Este año, el Otoño solidario nos ha invitado a reflexionar sobre el derecho a la educación. Durante los meses de octubre y noviembre hemos podido encontrar décimas de actividades en los equipamientos de todos los barrios.
La educación, como derecho fundamental, no deja de ser un derecho en que se reflejan las desigualdades de clase y de origen. Las sociedades y las capas poblacionales más empobrecidas (tanto con respecto a la renta per cápita como con respecto a los presupuestos institucionales) serán las más afectadas por la falta de oportunidades de acceso y consolidación educativa. En muchos casos, esta espiral de precariedad acaba determinando los flujos migratorios. Por lo tanto, la educación es un derecho, pero también un indicador.
El cierre del Otoño solidario será este sábado 4 de noviembre, a partir de las 12 h, en la plaza de la Trinitat Vella. Podremos disfrutar del concierto del grupo La Cantina, una formación que nació en el 2020 con el objetivo de transmitir un mensaje crítico y comprometido con las luchas sociales. El estilo de música de La Cantina es principalmente el rock, aunque se acerca a otros estilos como el reggae, el rape y el hip hop.