Francesca Vergés i Escofet nació en Figueres el 17 de febrero de 1898. Dos décadas y pico después se instaló en Sant Andreu de Palomar. Fue miembro de Estado Catalán y de Esquerra Republicana de Cataluña desde sus inicios y, el 30 de noviembre de 1931, fue una de las personas que acompañó el presidente a Francesc Macià en su visita a la Fiesta Mayor de Sant Andreu.
También formó parte del Avance Obrero Catalán de Sant Andreu de Palomar -el casinet- y formó parte de su junta directiva y de la comisión política. Con la sección femenina, organizó charladas sobre feminismo y cursos de gramática y de historia catalanas con el objetivo de aportar cultura general a otras mujeres.
Vergés fue una firme defensora de la ley del divorcio y precursora de la mayor implicación de las mujeres en la vida política y social del país. No sólo lo teorizó, hasta el final de la II República participó en los hechos del 6 de octubre de 1934 y en las sucesivas campañas electorales, donde destacó como oradora.
Durante la Guerra Civil se afilió a la CNT, aunque su compromiso político se redujo. Después del conflicto, fue detenida por las denuncias de vecinos franquistas y condenada a 12 años de prisión. Su marido también fue condenado y desterrado en Villaroya de la Sierra, Zaragoza.
El indulto le llegó en 1947. Después de salir de la prisión, se hizo cargo del negocio familiar: Cafés Cuba, situado al Eixample de Barcelona. Como aficionada al fútbol que fue, también fue socia del FC Barcelona y la UE Sant Andreu.
Francesca Vergés murió el 11 de mayo de 1976 y fue enterrada en el cementerio municipal de Sant Andreu de Palomar.