Impulso a la transformación de la fábrica de Mercedes-Benz, al distrito de San Andreu. El Gobierno municipal ha acordado un convenio con la sociedad CONREN TRAMWAY, propietaria de este ámbito industrial en desuso, para transformarlo en un nuevo tejido urbano con usos vecinales y productivos, que se abre en los barrios y dinamice los polígonos industriales del entorno. El objetivo es impulsar la renovación urbana del sector, promover una mixtura de usos que lo llena de vida y hacer que este espacio sea ciudad y conecte los barrios que lo rodean.
El recinto fabril de Mercedes-Benz ha sido históricamente dedicado a la actividad industrial, primero a la fabricación de motores de aviación y más tarde al ensamblaje automovilístico. Se sitúa a caballo entre los barrios de San Andreu del Palomar y del Buen Pastor, en la isla delimitada por las calles de San Adrià y Ciudad de Asunción y el paseo de La Habana. Es un espacio de 90.641 m² de superficie que desde que la fábrica cerró, en 2007, no tiene ningún uso y está aislado de su entorno.
El ámbito ofrece una oportunidad inédita de transformación para crear un nuevo espacio urbano mixto, compacto e inclusivo. Se trata de actualizar los usos industriales que tenía a la economía del siglo XXI y generar un nuevo vecindario en un recinto que hasta ahora ha sido cerrado. Con su renovación total, la nueva fábrica Mercedes-Benz mantendrá y reutilizará los edificios industriales para acoger actividades productivas y vivienda, creará un espacio sin vehículos a su interior que replicará el modelo Superilla Barcelona y hará de rótula que unirá los barrios.
El proyecto, además, se enmarca en la estrategia global de regeneración urbana de los barrios del Besòs, y se suma a los proyectos de la Sagrera, la Meridiana, la Trinidad Vieja, el suroeste del Besòs, la plaza de las Glorias, el 22@, el Campus Diagonal-Besòs o el puente de Santander.
Así pues, las características principales de la nueva Mercedes-Benz serán:
Equilibrio de usos: cerca de la 60% vivienda y 40% actividad económica. Mezcla entre vivienda libre y vivienda de protección oficial.
Mejora de la conectividad con los barrios del entorno y apertura del recinto. Mantenimiento y conservación de los edificios industriales.
Nueva actividad económica para impulsar los polígonos industriales del entorno.
Espacio sin vehículos privados en el interior y con prioridad para el peatón y la movilidad activa (bicicleta y patinete), siguiendo el modelo Superilla Barcelona.
Un entorno sostenible y resiliente, preparado para hacer frente a la emergencia climática.
Un nuevo tejido urbano de calidad con 1.450 viviendas
La nueva Mercedes-Benz dará un gran protagonismo a la vivienda, que supondrá casi el 60% de los usos. Esto equivale a unos 117.000 m² de techo donde se prevén hasta 1.450 viviendas nuevas, de los cuales el 40% serán en régimen de protección oficial –580– y el resto, libres. Como mínimo la mitad de los protegidos serán de alquiler, y también una parte de los libras. En cuanto a los usos terciarios, se reservan 33.000 m² de techo para comercios en planta baja, oficinas y actividades industriales.
Toda la finca acontecerá un gran espacio de relación ciudadana que unirá los barrios del Buen Pastor y San Andreu del Palomar. De hecho, uno de los grandes cambios será la apertura del espacio, puesto que se eliminarán las vallas perimetrales. El recinto será accesible y estará muy conectado al transporte público, y el interior estará reservado al peatón y la movilidad activa –en bicicleta o vehículos de movilidad personal–. Por lo tanto, no se permitirá el tráfico de vehículos, replicando el modelo Superilla Barcelona. También se proyectan nuevas zonas verdes y las equipaciones públicas necesarias para dar respuesta a las necesidades de la propia transformación y el entorno, que se consensuarán con el territorio. Además, toda la isla cumplirá unos estándares altos de sostenibilidad y resiliencia para poder hacer frente a la emergencia climática.
Preservar la memoria industrial del recinto y llenarla de nuevos usos
Para preservar la memoria de la arquitectura industrial del siglo XX de la ciudad, la nueva fábrica mantendrá los edificios más representativos del conjunto, que actualmente no tienen ninguna protección patrimonial. La nave central se reconvertirá en una nueva plaza, y en los edificios de su alrededor se situarán actividades económicas vinculadas a las actividades creativas, el diseño y las nuevas tecnologías, ya sea de cariz industrial o formativo.
En este sentido, se ha firmado un acuerdo de intenciones con la Fundación Privada Elisava, Escuela Universitaria para instalar la nueva sede de la Facultad de Diseño e Ingeniería ELISAVA de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC). La escuela se ubicará en uno de los edificios existentes de 14.000m2 y acogerá alrededor de 2.000 estudiantes. La inauguración se prevé por septiembre de 2023. A la vez, se está trabajando con la UVic-UCC para ubicar su nueva sede en Barcelona de unos 1.700 m², que también se inauguraría el septiembre de 2023 y que más allá de ser la sede institucional de la Universidad en la capital de Cataluña, permitirá impartir estudios de posgrado.
Paralelamente, se está avanzando un acuerdo con la Fundación Leitat porque instale un centro propio y lidere la gestión e implantación de nuevas empresas tecnológicas vinculadas a las industrias creativas y 4.0. El objetivo será ocupar entre 10.000 y 30.000 m² que podrían suponer entre 1.000 y 3.000 puestos de trabajo directos cualificados.
Próximos pasos y calendario
Todas estas premisas se han plasmado en un convenio pactado entre el Ayuntamiento y la empresa propietaria de la fábrica –CONRENTRAMWAY– que se someterá próximamente a la aprobación de la Comisión de Gobierno. Seguidamente, el convenio se materializará en una Modificación de Plan General Metropolitano que concretará la ordenación y los parámetros urbanísticos del recinto, y también se abrirá un proceso de participación ciudadana para consensuar la transformación y las equipaciones públicas con el vecindario y entidades del territorio.
El proyecto se plantea con una transformación progresiva, con el objetivo que empiecen a haber actividades y que la ciudadanía pueda hacer suyo el espacio lo antes posible. Así, se propone ocupar los edificios que se conserven con actividades mientras se produce la transformación de todo el recinto. El calendario con que se trabaja ya prevé la apertura de algunas actividades el 2023, y también de espacios con urbanización provisional cuando finalicen las tareas de descontaminación de los suelos que habrá que hacer.
Finalmente, el convenio prevé que la propiedad asuma la cesión de los suelos por equipaciones públicas, la cesión y urbanización de los suelos para viales y zonas verdes y la cesión de una parte del aprovechamiento urbanístico, que se concretará en la vivienda social. Por lo tanto, el Ayuntamiento no tendrá que asumir ningún coste.