Los actos por el 8M calientan motores en el Districte de Sant Andreu

18/02/2021 - 10:39

Las reivindicaciones se centrarán este año en el sector de las curas y permitirán visibilizar las desigualdades en cuanto a la distribución del tiempo entre hombres y mujeres.

El Distrito de San Andreu encara una nueva conmemoración del 8 de Marzo con los objetivos fijados en la necesidad de reivindicar las miles de millones de horas que las mujeres de todo el mundo destinan a las curas cada día de manera no remunerada. La visibilización de las tareas por el bienestar otras personas urge una democratización tan necesaria como justa, de forma que permita reequilibrar la distribución del tiempo y también de la riqueza generada por el trabajo en todas partes.

Por este motivo, el acto central de la celebración, que tendrá lugar el próximo 11 de marzo al Espacio Josep Bota, abordará las desigualdades en turno al sector de las curas y reivindicará la necesidad de revolucionar el modelo actual. Este año, además de la performance del acto central podremos disfrutar de una pequeña muestra de datos e informaciones diversas en turno a esta temática, que será expuesta en el espacio Bota y a varias equipaciones municipales.

La revolución de los cuidados

Ya sean de puertas adentro como de puertas afuera de la casa, el sector de las curas es el único que nos garantiza la dignidad desde que nacemos hasta que nos hacemos grandes y, desgraciadamente, ha sido la tarea más infravalorada y precaritzada de la historia de la humanidad. En el ámbito doméstico, el tiempo que destinan las mujeres a las diferentes responsabilidades de gestión y cura no solo cuadruplica el tiempo que destinan los hombres, sino que también supone uno de los peores remunerados cuando esta tarea la lleva a cabo una persona externa.

Desde la esclavitud de facto que han vivido históricamente las muchachas en el servicio de la burguesía hasta los abusos que todavía hoy sufren millones de mujeres de hacer trabajos, la desigualdad y la explotación que se vive en turno en las curas acaba perjudicando siempre los colectivos más vulnerables. Las personas migradas, las trabajadoras de origen humilde o las familias monomarentales son solo algunos ejemplos de desigual distribución del tiempo y la riqueza en base a la invisibilització de las curas dentro del tejido productivo.