La medida comportará, en los próximos cinco años, una reducción a la mitad de los procesos y del tiempo necesario para hacer cualquier actividad económica en la ciudad.
Entre los valores que rigen el plan Barcelona Fácil destacan la empatía y el apoyo próximo a las preocupaciones de las personas residentes en Barcelona que quieren montar una empresa o tramitar cualquier actividad económica, la calidad en la atención y la transparencia en la información, y la innovación de la Administración para adelantarse a las demandas y responder de manera ágil y rápida a las nuevas necesidades.