Hace unas semanas tuvo lugar la primera impulsora del año de +Educació Sant Andreu, una iniciativa nacida de la necesidad de fomentar el intercambio entre los centros escolares del territorio con el fin de promover la cohesión de los diferentes barrios que conforman el Distrito. +Educació Sant Andreu está formado por maestros de las diferentes escuelas y representantes de los equipos directivos. Los centros educativos que forman parte de este grupo impulsor son la escuela Baró de Viver, la escuela La Maquinista, el Instituto Escola El Til·ler y el Instituto Doctor Puigvert. Próximamente, está prevista la incorporación de la escuela Molino de Finestrelles, que de cara al curso 2024-2025 se habrá fusionado con el instituto Vapor del Fil.
En este primer encuentro se abordaron diversos temas. Por una parte, se acordó volver a poner en marcha los encuentros intercentros, que tienen como objetivo incentivar la relación entre los diferentes centros educativos y las entidades del territorio. “Aunque antes se había hecho el Rodajocs, los talleres de danza para infantil, las jornadas deportivas para el alumnado de ESO y la pijamada, de momento, hemos decidido sólo trabajar en el Rodajocs. Haremos las jornadas en mayo”, explica Júlia Serrasolsas, de +Educació Sant Andreu. El Rodajocs es una actividad pensada para niños de tercero y cuarto de primaria de los centros que participan en la impulsora.
A la reunión también se empezó a hablar de la fiesta de graduación del Pasaporte Edunauta, una herramienta de aprendizaje que se impulsa desde +Educació Sant Andreu. Se trata de un proyecto educativo comunitario nacido en el 2011 con la intención de sumar esfuerzos y posibilidades entre diferentes escuelas del Distrito de Sant Andreu y concretamente en los barrios de Baró de Viver, Bon Pastor, Trinitat Vella y Sant Andreu del Palomar. El pasaporte se entrega a los niños y niñas y, a través de la realización de una serie de actividades programadas para el curso escolar, va siendo sellado. Después de hacer la actividad, el niño recibe un sello que demuestra que ha participado. Las destinaciones de aprendizaje donde se hacen las actividades son museos, escuelas, bibliotecas, centros cívicos, plazas, etc.
En último lugar, se habló sobre la necesidad de reactivar la Asamblea de niños, nacida en el 2018 con el propósito de incentivar la participación infantil en la toma de decisiones. Los centros escolares deciden los cursos en los cuales se trabaja y escogen tres representados. Este año la Asamblea de niños tendrá lugar en el Centro Cívico Baró de Viver. “Este curso hemos querido vincular la Asamblea de niños con el Pasaporte Edunauta con el fin de promover las actividades fuera de la escuela. Tenemos pensado trabajar a partir de tres bloques. En primer lugar, queremos que los niños se miren el catálogo del Pasaporte en profundidad y que vean qué actividades hay, qué los gusta y qué no, y qué echan de menos o qué creen que no es necesario. En segundo lugar, queremos que la Asamblea de niños haga una valoración de las actividades intercentros y ver si les ha gustado o no, y si quieren dinamizarlo a ellos y a ellas de cara al curso próximo. Por último, tenemos una propuesta en clave más institucional, ya que les queremos preguntar qué pedirían si tuvieran acceso a una persona que trabaja en el Distrito, qué propondrían,” concluye Júlia Serrasolsas.