Todavía no te has graduado y ya hemos podido ver algunos de tus trabajos para el Servicio de Interculturalidad. ¿Cómo vivos estas primeras experiencias?
Muy contenta. Además de la formación, he ido aprendiendo por mi cuenta, sobre todo en temas de ilustración. Trato de compaginar todo aquello que me gusta.
¿Cuál es tu vínculo con el Servicio de Interculturalidad?
Un poco a través de la familia y los vínculos. Yo siempre he sido implicada en el Banco del tiempo y en Save the Children y, a través de aquí, pues he ido entrando en contacto con Youssef, Fàtima, Mercè… Me propusieron hacer algún tipo de colaboración como ilustradora y fue así como surgió la idea de dar la imagen a la campaña de la compilación de vivencias de autocuidados.
Parece ilusionante que cuenten contigo desde el mismo barrio.
Mucho. Es una buena oportunidad que me permite mover también mi trabajo a través de redes y otros apoyos. Considero que tengo suerte porque la gente que conozco de clase no está teniendo tantas oportunidades. Ahora, cuando acabe de estudiar, mi intención es trabajar para poder hacer calers e intentar montar mi proyecto como freelance.
¿Encima también has sido implicada con iniciativas como Dones amb força?
Sí, y me ha ido muy bien porque también me interesa mucho la costura y el diseño aplicado a las prendas de ropa. Intento hacer más cosas a nivel de barrio, con Dani Ruiz también he colaborado, para aprender, colaborar e ir creciente como diseñadora.
¿Cómo has vivido este año el Ramadán?
Bien, como siempre. Al comienzo nos motivamos mucho para preparar platos muy típicos y muy buenos y después, mica en mica, ya vayamos haciendo cosas más sencillas. A nivel de trabajo, el que implica es que cambiamos un poco el horario porque he pasado a trabajar más por la noche. Como que nos levantamos a las 4 de la madrugada por comida, pues ya aprovechamos y nos ponemos a hacer todo tipos de cosas.