La propuesta de actuaciones recogidas en el plan director que impulsa el Ayuntamiento de Barcelona está diseñada para recuperar la acequia como una infraestructura verde y un recorrido urbano a través de su trazado, cuya gran parte está oculto, bajo tierra. Se crearán nueve espacios para la estancia y para el conocimiento y la interpretación histórica de la Acequia Condal. Algunas de estas actuaciones son la recuperación y la naturalización de la antigua plaza del Molino de las Balsas, en Ciutat Vella, y la transformación del parque del Molino, en Sant Andreu, para preservar los restos arqueológicos y crear un jardín acuático.
El plan también prevé la aplicación de criterios patrimoniales en las edificaciones que han sido construidas sobre el antiguo trazado de la infraestructura hidráulica. El objetivo es que, en caso de que se hagan obras, se cuide de los elementos patrimoniales de la acequia medieval.
10 novedades en Sant Andreu
Destacan tres actuaciones. La primera, se hará en Sant Andreu Norte y consiste en el Parque del Molino de Sant Andreu. Se transformará este espacio en un parque con restos arqueológicos y con un jardín acuático y flotante. A la altura de la Iglesia de Sant Andreu de Palomar, se pacificará y naturalizará la vía pública según el tratado de la Acequia Condal. Ya en La Sagrera, el Parque Lineal recuperará el rastro de la Acequia Condal, bordeando la Nave Bòstik.
Un canal de mil años de historia La Acequia Condal era un canal abierto que se construyó en el siglo X, en tiempo del conde Miró I. Naixia en Montcada i Reixac y atravesaba toda la ciudad, pasando por los distritos de Nou Barris, Sant Andreu, Sant Martí, el Eixample y Ciutat Vella, hasta llegar al mar. A lo largo de casi 13 kilómetros, el canal se utilizaba para regar, hacer funcionar los molinos y, más adelante, abarcar las industrias textiles de Sant Andreu.