Con el objetivo de romper con el estigma de las personas que sufren malestar emocional y darles herramientas, la entidad Obertament ha puesto en marcha la campaña “Jo tampoc estic bé”.
La campaña, que llega cuándo ya hace un año del estallido de la pandemia por el Covid-19, anima a las personas mediante el reconocimiento y normalización de su malestar y reivindicando la necesidad de hacer un paso adelante para afrontar el problema. Estará activa desde el 22 de febrero hasta el 31 de marzo, y ofrece diversos recursos, entre los cuales destaca un test de autoevaluación, herramientas sobre cómo iniciar una conversación de salud mental e información útil para pedir ayuda.
Se prevé que la crisis provocada por el Covid-19 tenga un impacto negativo en la salud mental de la población general y que éste tenga un efecto duradero, lo que ya se ha llamado como pandemia silenciosa o fatiga pandémica. Miedos, preocupaciones y estrés son las respuestas normales a amenazas reales pero también cuando estamos expuestos a incertidumbres.
La mayoría de los estudios sobre el impacto de confinamientos señalan efectos psicológicos negativos, incluyendo la aparición de síntomas de estrés posttraumático. Según un estudio de la Agencia de Salud Pública del Departamento de Salut y ESADE que ha evaluado el impacto del confinamiento sobre la salud mental de la ciudadanía de Cataluña, se triplica el porcentaje de población que refiere sintomatología de depresión o malestar emocional durante el confinamiento. Este dato ha puesto en alerta a los profesionales de la salud los cuales reclaman más responsabilidad y concienciación de la sociedad de esta problemática.
El Covid-19 ha trastocado la vida de todo el mundo y especialmente la de la gente más joven que, según los pediatras, son quien más sufren la ansiedad por el futuro. Poder hablar abiertamente de su malestar es más urgente que nunca.
Obertament es una entidad que lucha contra el estigma y la discriminación de las personas que sufren algún trastorno de salud mental, y forma parte de la Mesa de Salud Mental de Barcelona, impulsada por el Ayuntamiento.