Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma

02/03/2022 - 09:23

El miércoles de Ceniza (‘dies cinerum’) es el primer día de la Cuaresma en las tradiciones católica, protestante y anglicana. Tiene lugar 46 días antes de Pascua: se considera que la Cuaresma tiene 40 días de duración (no se cuentan los domingos). Por lo tanto, dura siete semanas. Este año, que se celebra el 2 de marzo, está marcado por la petición del Papa Francisco de convertir el día en una jornada mundial para la paz de Ucrania.

Este día puede variar anualmente según cuándo se celebre la Pascua, que debe coincidir con el primer domingo después de la primera luna llena de primavera. Por lo tanto, el miércoles de Ceniza puede ser entre el 4 de febrero y el 10 de marzo. Este año es el 2 de marzo.

La denominación proviene del siglo X, cuando se instituyó la ceremonia de la bendición e imposición de la ceniza como signo penitencial. Este día, que es día de ayuno y abstinencia (el color litúrgico de este periodo es el morado, que significa luto y penitencia), igual que el Viernes Santo, se pone la ceniza en la frente de las personas fieles que van a misa o culto. El uso de la ceniza deriva de una antigua costumbre judía: las personas que habían pecado solían cubrir parte de su cuerpo con ceniza. Era una manera de demostrar su deseo de alejarse de todo lo malo y acercarse a Dios. Esta tradición se ha ido modificando a lo largo del tiempo hasta llegar a la práctica actual, en la que las personas fieles asisten a la misa o el culto del miércoles de Ceniza en actitud de reflexión para reencontrarse con Dios durante la Cuaresma.

Según la tradición, la ceniza debe obtenerse a partir de la cremación de los laureles y palmas bendecidas el domingo de Ramos del año anterior, y tiene que ser impuesta en la cabeza de las personas fieles en forma de cruz (modernamente, en algunos lugares, se pone en las manos para no ensuciarse). La ceniza es símbolo de la caducidad de la condición humana, signo penitencial (utilizado desde el Antiguo Testamento, como se puede observar en el profeta Jonàs (3:1-10) i també al libro de Ester [4:3]) y de conversión, que deben ser los aspectos dominantes durante toda la Cuaresma. Durante la imposición de la ceniza a los cristianos, el sacerdote pronuncia las palabras “Memento, homo, quia pulvis es, et in pulverem reverteris”, es decir, “Recuerda, hombre, que eres polvo, y que volverás a ser polvo”. La Iglesia primitiva solo imponía la ceniza a los pecadores públicos que se sometían al rito, y se sacaban del templo después de la imposición. La reconciliación tenía lugar la mañana del Jueves Santo.