Las sombras en áreas de juego se despliegan en el marco del Programa de Espacios de Proximidad e Interiores, la hoja de ruta del Ayuntamiento para desplegar el urbanismo climático en los diez distritos de la ciudad. Con los 20 dispositivos licitados anteriormente, 54 áreas de juego de la ciudad tendrán este sistema de sombra el verano próximo. Se trata de espacios prioritarios con respecto a la adaptación de la ciudad a la emergencia climática, y cubrirlos con sombras para garantizar el confort térmico de los niños, que son uno de los colectivos más vulnerables al calor extremo.
Estas 34 nuevas áreas de juego se suman a las 20 licitadas anteriormente. Se trata de toldos tensados sujetados por báculos, que se pueden sacar durante los meses donde el soleamiento es menor. Con esta nueva licitación, que tiene un presupuesto de 2.275.000 euros, un total de 54 parques de la ciudad tendrán áreas de juego con este sistema de sombra el verano próximo.
Las áreas de juego se han escogido a partir de una diagnosis para detectar aquéllas más sometidas a la radiación solar en las horas centrales del día y donde no se pueda plantar arbolado, y tiene en cuenta también la calidad del juego.
En Sarrià – Sant Gervasi se han licitado nuevos dispositivos de sombra para la zona de juegos infantiles ubicada en la plaza de Pep Ventura, en el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo y las Planes. Ésta se añade a las dos zonas ya actualizadas: los jardines de Moragas, en Sant Gervasi – Galvany; y los jardines de Elvira Farreras Valentí, en el Putxet y el Farró.
Actuaciones enmarcadas en el Programa de Espacios Interiores y de Proximidad
El programa de sombras, que forma parte del Programa de Espacios de Proximidad e Interiores, prevé instalar 216 sombras con diversas líneas. Entre las acciones previstas habrá dotar de sombra los patios de escuelas para proteger a los alumnos de las altas temperaturas y que puedan llevar a término actividades sin estar expuestos al calor.
El programa de sombras tiene la voluntad de dotar la ciudad de espacios y sistemas que reduzcan el calor y mejoren las condiciones de confort térmico para garantizar la salud de la ciudadanía, especialmente del más vulnerable, ante las olas de calor derivadas de la emergencia climática, cada vez más frecuentes, así como reducir el impacto del efecto isla de calor en los meses de verano.
Barcelona tiene mucha sombra a través del verde urbano, pero hace falta actuar y ampliar los espacios con sombra en el espacio público. Por eso se ha hecho una tarea de evaluación para detectar cuáles son los ámbitos con más radiación solar. Estos ámbitos de más radiación se creen con mapas de vulnerabilidad (zonas con menos verde, con más personas de más de 75 años, nivel socioeconómico, etc) y también con uno mapas de zonas más transitadas y se tienen en cuenta otros factores como entornos de escuelas, residencias, centros sanitarios, deportivos, etc. Con todos estos datos se identifican las zonas de riesgo en el cual se convierten espacios prioritarios para poner sombra.
En definitiva se trata de seguir desarrollando los programas del Plano Clima para preparar la ciudad por los nuevos retos climáticos. Las sombras apaciguan los efectos de isla de calor, facilitan el ahorro energético en edificios y promueven el uso del espacio público. Y eso contribuye a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.