La sardina es un pescado azul que, aparte de sus propiedades organolépticas y nutritivas, se utiliza en uno de los rituales más crípticos del carnaval y de una cierta complejidad interpretativa: el entierro de la sardina. Esta burla es una de las ceremonias que marcan el fin del carnaval, y se hace el Miércoles de Ceniza, que este año cae el 2 de marzo. Esta práctica misteriosa se presta a muchas interpretaciones: hay quien hace una lectura sexual e identifica el pez con los genitales masculinos, cosa que haría alusión a la abstinencia de prácticas sexuales preceptuadas por la Cuaresma.
En Barcelona, escenificar el entierro de la sardina es una de las prácticas más frecuentes para despedir el carnaval. Este año se harán muchas ceremonias diferentes, cada una con sus peculiaridades. Normalmente se suele organizar un velatorio y un séquito fúnebre, pero también se hacen entierros con un carácter más familiar. A veces los asistentes llevan pequeñas sardinas de papel colgadas de una caña. En algunos lugares se anima a los asistentes a vestir de luto, en otros queman al Rey Carnaval y muy a menudo la fiesta se acaba con una comida popular a base de sardinas.
Un Miércoles de Ceniza que escenifica el fin del reinado de Carnaval y la entrada de la Cuaresma.