Así, la Guardia Urbana controlará los medios de transporte que utilizan los alumnos de los centros de enseñanza, tanto los autocares y los autobuses destinados al transporte escolar y de menores como los vehículos comerciales que puedan realizar este servicio sin autorización.
En concreto, se vigilará que los vehículos dispongan de un título habilitante y las autorizaciones necesarias para ofrecer un servicio de transporte escolar y de menores, así como la ocupación de las plazas, que los conductores realicen los tiempos de descanso adecuados y que el vehículo haya superado las inspecciones técnicas.
La campaña de control prioriza los entornos de los centros escolares, pero se extiende a todas las vías de circulación de la ciudad, incluidas las rondas. Además, se centra en los horarios de entrada y salida de los centros de enseñanza.