¿Quién no ha pintado nunca un árbol? En acuarela, en dibujo o en pintura, todas las técnicas son válidas por plasmar la naturaleza y los árboles.
Pintar en el tiempo de los árboles es jugar a acomodarse a otros tiempos, respirados y baladíes, fuera de las categorías mentales. Escoger imágenes de tiempos lentos, ajenos a la velocidad de la vida. Salir sin moverse de lugar en busca de testigos de otro tiempo, respirado y vital.
Llenar los cestos con movimientos sutiles y aceptar las imágenes que te sobrevienen, como si no fueran tuyas, para que esparzan las semillas del tiempo de los árboles.
A cargo de Ivette Roche