La noche de San Juan es una fiesta muy antigua, ligada al culto al sol, que se celebra desde tiempos casi inmemoriales. Se sabe que en la zona mediterránea las civilizaciones antiguas ya celebraban el solsticio de verano con hogueras y otros rituales. Hay una manera muy buena de repasar todas las creencias, costumbres, tradiciones y rituales ligados a la noche más corta del año: a través del refranero, que tiene más de cuatrocientas entradas que hacen referencia a esta festividad.
Si las agrupamos temáticamente, hay muchas dedicadas a la salud, ya que se cree que esta noche es el momento idóneo para prevenir enfermedades. Coger fiebre o tener furúnculos en la noche de San Juan, por ejemplo, es garantía de que no se van a repetir durante el año, como también peinarse para prevenir los piojos (‘Quien se peina por San Juan no tiene piojos en todo el año’). Y si simplemente se pretende tener buena salud en general, también es el momento idóneo para hacer sangrías: ‘Sangría por San Juan, salud para todo el año’.
Otra costumbre muy arraigada de esta festividad es la de los baños nocturnos, garantía de salud y purificación de cuerpo y mente. Hay muchos dichos que instan a bañarse, tanto en el mar como en un río: ‘Por San Juan, en la playa grande’, ‘Por San Juan el río pide carne’, ‘Por San Juan, el primer baño’. También hay otros más explícitos: ‘Quien no se baña por San Juan no se baña en todo el año’, ‘Baño de San Juan, salud para todo el año’.
También hay muchos refranes que hacen referencia al crecimiento durante la noche más corta del año. Los hay que hablan de la naturaleza –es la hora de hacer injertos, cuando las hierbas llegan al momento máximo de floración– y los hay que se refieren a los humanos, sobre todo a los niños. Hay uno que mezcla los sortilegios con el crecimiento y que invita a columpiarse la noche de San Juan para crecer: ‘Quien se columpia por San Juan crece más de un palmo’.
Por San Juan, también se cree que las hierbas medicinales y aromáticas tienen más propiedades que en ninguna otra noche del año: ‘Las hierbas de San Juan tienen virtud todo el año’. Eso hace que sean especialmente valoradas y decimos que una cosa ‘vale tanto como todas las hierbecitas de la noche de San Juan’. También es el mejor momento para recogerlas, antes de que llegue el calor del verano: ‘Hasta San Juan, todas las hierbas son panes’.
El dicho ‘La mañana de San Juan todas las flores tienen virtud, también aquellas doncellitas que a los enfermos dan salud’ liga el poder de las hierbas con las ordalías para conseguir pareja, que también son muy abundantes en torno al 23 de junio. La mayoría hacen referencia a chicas jóvenes que buscan un buen marido y lo intentan por todas las vías posibles: ‘La que se columpia por San Juan pronto encuentra galante’, ‘Lucero de San Juan, hazme encontrar un buen galán este mismo año’, ‘Por San Juan, las queridas encuentran las enramadas’, ‘Noche de San Juan, noche de amoríos.’
Finalmente, se asocia mucho la noche de San Juan a la superstición para tener suerte, dinero, comida… ‘San Juan en lunes, ventura a raudales’, ‘Quien come caracoles por San Juan tiene dinero todo el año, Quien despluma las ocas por San Juan las despluma cuatro veces el año’. También está la creencia de que ‘el día de San Juan, a medianoche, se abren las minas de oro y plata’. Sin embargo, a veces la verbena también se ve como una fuente de desventura: ‘San Juan en martes, mala ventura a raudales,’ ‘A quien por San Juan va de invierno y por Navidad va de verano la ventura no le sonríe’, ‘Por Navidad, ventura, por San Juan, desventura’.