El movimiento inicial de tierras ha descubierto un emplazamiento fechado entre los siglos XVIII y XX, previos a la anexión de Sarrià a la ciudad de Barcelona.
La prospección arqueológica empezó a finales de julio y está previsto que finalice en octubre. No provocará ningún retraso en las obras, ya que en el proyecto estaba previsto que se tuviera que hacer una intervención de no conservación, dado que no se preveían encuentros excepcionales, como así ha sido finalmente.
La excavación arqueológica
Los hallazgos corresponden al antiguo centro de la villa de Sarrià, donde había unas bodegas, una peluquería, una lavandería y el dispensario del pueblo. Previamente se intuye que había un asentamiento romano, pero la construcción de los edificios modernos del siglo XX arrasó con las anteriores. Aun así, se han podido encontrar algunos restos cerámicos medievales, algunos materiales de la época romana, e incluso una lasca de sílex prehistórica, que el equipo de arqueología considera que tiene una antigüedad de entre 1200 y 6000 años.
Se trata de un hallazgo muy habitual a la ciudad, que de forma sistemática, cuando aprueba una obra, pide al equipo de arqueología de Barcelona que adjunte un informe sobre la probabilidad de hallazgos arqueológicos.
En este caso, a los pocos días de iniciar la excavación se detectó un muro de carácter moderno que hizo detener el movimiento de tierras y requirió de la intervención del equipo de arqueología de la ciudad.
El procedimiento a seguir por parte del equipo técnico que está llevando a cabo la prospección es registrar todos los hallazgos, analizarlos y elaborar un informe de afectación que posteriormente validará el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya para autorizar la continuación de la obra.
El concejal del Distrito, Albert Batlle, acompañado de parte de miembros del equipo de Gobierno y del equipo técnico del Distrito visitaron, el martes, 14 de septiembre, el emplazamiento para conocer de primera mano como se está realizando la intervención.