Desde hace 25 años, el Ayuntamiento intenta concretar la memoria testamentaria de Julio Muñoz Ramonet, para que su legado sea disfrutado de forma pública. Esta acción se encuadra en la causa penal que interpuso, en el año 2014, la Fundación Julio Muñoz Ramonet contra las hijas del empresario.
Se ha podido identificar que las obras requisadas pertenecen a la colección Bosch i Catarineu:
- 376 pinturas y dibujos
- 87 miniaturas
- 4 esculturas
- 4 marfiles
- 3 tapices
De las obras más relevantes destacan las de Marià Fortuny y Eugenio Lucas, mesas góticas del siglos XV y XVI, pintura extranjera del siglo XIX como Wintehalter o Morgan, pintura de la escuela española del XVI, XVII y XVIII y pintura catalana del siglo XIX y XX.
Un hallazgo que se tiene que tomar con cautela
Ante el mandamiento judicial del titular del Juzgado número 29 de Barcelona, la UCO empezó a buscar las obras que se encontraban en paradero desconocido. La unidad pudo encontrar los inventarios y las obras gracias a una investigación llevada a cabo en empresas de traslado y almacenaje de obras de arte, que informaron sobre la localización de las obras.
Las obras se encuentran actualmente a disposición judicial, en los almacenes de las empresas de almacenaje, en el Museo del Prado y en el Reina Sofía, hasta que los técnicos puedan dar fe de la pertenencia al legado de Julio Muñoz Ramonet.
Descubrimiento de los inventarios de época
El hallazgo de los inventarios de la época que habían desaparecido de su localización en el edificio de la Fundación de la calle de Muntaner, permitirán cuantificar y hacer un seguimiento de las obras de arte que faltan.
Estos inventarios contienen una descripción detallada de las obras y, a veces, incluso fotografías que facilitarán el trabajo de los técnicos y permitirán conocer cuál es el alcance del legado y valorar y buscar qué obras de arte todavía faltan.