La muestra realiza un recorrido cronológico por su vida y por los adelantos tecnológicos que marcaron su trayectoria, desde sus inicios a Europa hasta la fructífera etapa en América, donde pasó sus últimos días solo y prácticamente arruinado.
La exposición es un reconocimiento a la tarea del genio serbio, que inventó entre otros el motor de inducción y desarrolló la corriente alterna como fuente de energía y la transmisión inalàmbrica de energía y de información.
Tesla fue un auténtico pionero en ramas de la ciencia y la tecnología que ya se encontraban en expansión, pero también en otros que todavía tardarían años al ser tenidas en consideración, como la robótica o las comunicaciones interplanetarias.
Tesla nació en un mundo que funcionaba gracias al vapor y la fuerza física, y cuando murió dejó un mundo totalmente nuevo, impulsado por la energía eléctrica, el mundo que todavía hoy conocemos.
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