Turismo

A la espera de la aprobación definitiva después del verano, el Plenario del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado provisionalmente la modificación de la ordenanza fiscal 2.2 que fija el importe del recargo al impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos (IEET). El recargo, de 3,25 euros actualmente, subirá hasta los 4 euros por persona y noche, el máximo permitido por la normativa de la Generalitat de Cataluña, para todas las categorías de establecimientos.

Este incremento, aprobado por la mayoría de los grupos municipales, supondrá hasta 20 millones de euros más de recaudación en el año para el Ayuntamiento de Barcelona, lo que consolida la fiscalidad turística como el tercer ingreso más importante para las arcas municipales. Además, contribuirá a la gestión del turismo y a reducir su impacto en el día a día de la ciudad.

La decisión de subir la tasa turística servirá para incrementar el retorno social del turismo y financiar servicios ordinarios de la ciudad, dado que los visitantes hacen un uso intensivo de ciertos servicios públicos de Barcelona. Como subraya Jordi Valls, teniente de alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo, «el visitante es un ciudadano temporal que hace un uso intensivo de los servicios públicos, por lo tanto, con su contribución tiene que financiar la limpieza, la seguridad, el alumbrado o el transporte público y ayudar a mantener la calidad de los servicios».

Valls ha explicado que estos recursos también servirán para financiar el Plan de espacios de gran afluencia (EGA), cuyo objetivo es «generar más convivencia para que la actividad turística no expulse a la actividad cotidiana en los barrios».

Por último, parte de la recaudación de la tasa se destinará a proyectos que atraigan y fomenten la celebración de ferias y congresos para diversificar la economía de la ciudad y favorecer su dinamismo.