Escuelas, bibliotecas, centros de servicios sociales, museos, centros cívicos y, en general, todos los equipamientos y servicios que quieren trabajar comunitariamente y convertirse en infraestructura comunitaria para la población se plantean, en los últimos tiempos, cómo acoger a la ciudadanía que atienden.

Hay acogidas que abrazan y otras que expulsan, sospechan o directamente rechazan a quien entra por primera vez. Las acogidas tienen una doble dimensión relacional y física. Cómo diseñamos y organizamos el espacio y cómo nos relacionamos y, muy especialmente, cómo facilitamos que la gente se relacione entre sí.

No se trata de menospreciar otras miradas, también necesarias, sobre las acogidas, más pendientes de la eficacia y la eficiencia: buena información, buena señalética para facilitar la orientación autónoma, ahorros en los tiempos de espera, etc., pero sí que hay que equilibrar esas miradas con las que buscan mayor vínculo y relación, mayor proximidad y mayor complicidad.

Modera:        

  • Abraham Prat, técnico del Casal de Barrio del Besòs

Espacio de diálogo con