El día 26 de marzo se inauguró el primer supermercado cooperativo y participativo de la ciudad, Foodcoop, con un acto lúdico abierto a toda la ciudadanía y sobre todo al vecindario de la zona.
Foodcoop es fruto del trabajo de un grupo de personas interesadas en la agroecología y la transformación social que no se conocían entre ellas y empezaron a trazar el proyecto hace cuatro años. Ahora, con más de quinientas socias, el supermercado sin ánimo de lucro ya es una realidad, que facilita el consumo responsable en la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona ha colaborado en el desarrollo del proyecto con más de 200.000 euros en subvenciones desde el inicio, y ha sido acogido en la incubadora de proyectos de economía social y solidaria de Barcelona Activa, Innobadora, durante cuatro años.
El establecimiento ofrece una amplia gama de productos, que permite dar respuesta a las necesidades del hogar en cuanto a alimentación, higiene y limpieza. Uno de sus rasgos más singulares es que la oferta ha sido definida por las socias de la cooperativa, que han establecido una serie de criterios de compra, como el origen agroecológico y de proximidad de los productos, la minimización de envases o que el precio sea justo para productoras y consumidoras.
Otra de las características que define el modelo de supermercados cooperativos y participativos es que una gran parte de las tareas que supone sacar adelante la cooperativa las hacen las propios socias, y eso genera una dinámica comunitaria que transforma las relaciones de consumo y abarata los precios. En el caso de Foodcoop BCN, hay tres personas contratadas, y se prevé ampliar la plantilla a medida que el proyecto crezca, pero el funcionamiento del establecimiento se sustenta también en las tareas que las consumidoras llevan a cabo en turnos de tres horas cada cuatro semanas.
Este supermercado cooperativo se añade a proyectos similares en Manresa, Pamplona, Madrid, Vigo, Vitoria, París o Nueva York.