Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona

El 30 de diciembre de 1924 se inauguraba la primera línea de metro en Barcelona, el tramo situado entre las plazas de Catalunya y de Lesseps. En pocos años, la ciudad se dotó de varias líneas de ferrocarriles metropolitanos: el Gran Metro (parte de las actuales líneas 3 y 4) y el Transversal (parte de la actual línea 1, inaugurada en 1926), además del tren de Sarrià, que cumplía funciones de transporte urbano desde 1863 y circulaba al aire libre, pero fue soterrado en los años de la Exposición Internacional de 1929.

El Archivo Histórico de la Ciudad se suma a la conmemoración de este centenario del metro en Barcelona con algunos materiales poco conocidos para trabajos no realizados: los proyectos del arquitecto municipal Pere Falqués (1911) para aprovechar los túneles construidos durante la apertura de la Vía Laietana, con prolongaciones hacia la estación de Francia, la estación del Norte y la plaza de Catalunya, donde diseñó un curioso trazado en bucle; o bien la perspectiva espectacular de un metro elevado (1914), a su paso por la plaza de Catalunya, dibujada quizás por Ignacio Alfonso Vicente y Cascante y relacionada con un proyecto de los ingenieros Castilla y Josep Maluquer Nicolau, teorizador de la Gross-Barcelona; sin olvidar otros proyectos, como las líneas que ya había previsto Léon Jaussely en su proyecto de Plan de enlaces (1904).

Pero sobre todo queremos presentar una muestra de un fondo del ingeniero Adolf Weber, que ha sido donado recientemente al Archivo y que muestra el proyecto para una red de metro circular, elaborada entre 1924 y 1927 y que tenía que cubrir la mayor parte del término municipal de Barcelona con hasta siete líneas de metro. Se trata de un estudio completo que abarca los aspectos técnicos de la construcción y explotación, un plan de financiación para llevar a cabo el proyecto y que llegaba a detallar las tarifas previstas para los desplazamientos. Aunque la ejecución se previó por fases (la primera línea debía dar servicio a Ciutat Vella, con la estación central en la plaza de Sant Jaume), en realidad las obras nunca empezaron, por causas desconocidas, y el Metropolitano Circular de Barcelona se quedó en fase de proyecto.