Rabbar
Rab, bar al revés, local de interior marcadamente tricolor –blanco, negro y rojo–, singular pero sin estridencias, es conocido por ser lugar de tapeo bien resuelto: variedad de croquetas, patatas bravas, crujiente de langostinos con albahaca y salsa Thai, fajitas mexicanas de pollo y ternera con mantequilla de ajo, tataki de atún con hummus y salsa ponzu… especialidades a las que hay que añadir las sugerencias del chef, la carta y el menú. Y también, multitud de cervezas y de cócteles clásicos y de creación propia como esa fantasía que es Unicorn. Suena música blues, soul y funky, dependiendo del horario un estilo u otro, selección que los clientes elogian con frecuencia. Admiten perros y les sirven su propio menú.
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