Traductora y artista plástica, debutó como poeta con Una cançó per a ningú i trenta diàlegs inútils, una obra que la convirtió, con 63 años, en finalista del Premio Carles Riba. Se formó en la Escuela Massana de Artes y Oficios y en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sant Jordi, en Barcelona. En el año 1950 viajó a París y un año después decidió establecerse allí de manera permanente. Se introdujo en el ámbito de la publicidad y paralelamente cultivó íntimamente su dimensión artística. Su obra plástica, todavía poco conocida, se enmarca en el expresionismo abstracto, aunque ella definía su estilo como “plurivisión”, ya que sus piezas están concebidas para observarse desde varios ángulos. Es relevante, además, su aportación como artista multidisciplinar y especialista en poesía japonesa. La Fundación Felícia Fuster, que recoge pinturas, manuscritos y grabados de la artista, está situada cerca de la plaza de Molina.

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Barcelona 1921 – París 2012 ID 8662

Traductora y artista plástica, debutó como poetisa con Una cançó per a ningú i trenta diàlegs inútils, siendo finalista, con 63 años, del premio Carles Riba. Destaca su aportación como especialista en poesía japonesa.