Activista por los derechos de las personas sordociegas, con una extensa labor de sensibilización, fue, además, conferenciante y escritora. En sus libros Resultado final y ¡Mucha guerra por dar!, explicó su lucha contra la neurofibromatosis tipo II, una enfermedad hereditaria degenerativa con la que vivió desde los 17 años. Ostentó el cargo de subdelegada por Cataluña en la Asociación de Sordociegos de España —con sede en torno a la plaza de Espanya, en la calle de Sepúlveda, 1—. Murió prematuramente en el 2014 debido a la enfermedad que sufría.
Activista por los derechos de las personas sordociegas, con una extensa labor de sensibilización. En sus libros Resultado final y ¡Mucha guerra por dar!, explicó su lucha contra una enfermedad hereditaria degenerativa.