Barcelona Societat 29

La irrupción de la COVID-19 supuso una crisis social sin precedentes en la ciudad de Barcelona.

Tal como se había señalado en varias ocasiones, la situación de precariedad abocó a muchas personas a estados de extrema dificultad vinculados especialmente a la vivienda y a la cobertura de derechos básicos como la alimentación. La interrupción de la actividad económica como medida para prevenir la propagación de la enfermedad supuso una destrucción importante de puestos de trabajo en una economía que aún acarreaba secuelas del impacto de la crisis financiera del 2008. Además, las actividades vinculadas a la economía informal se interrumpieron, con los efectos que ello comporta.

El impacto de la pandemia puso de manifiesto la necesidad de unas políticas de protección social con respecto a la garantía de ingresos o a la situación de las personas migrantes que se encuentran en una situación administrativa irregular. Muchas personas perdieron sus fuentes de ingresos, vieron retrasado el cobro de los ERTE, perdieron capacidad para mantener el pago del alquiler o incluso perdieron las habitaciones de realquiler.

La emergencia sanitaria y social demostró el papel clave que tienen las administraciones locales para responder a situaciones de emergencia, desde la proximidad y el conocimiento del territorio y las necesidades de la comunidad. En el caso de Barcelona, las tensiones producidas sobre el sistema sirvieron para revelar las debilidades en el ámbito de ciudad, pero también sus puntos fuertes.

La respuesta municipal de Barcelona fue marcadamente proactiva, anticipándose al real decreto del 14 de marzo, por medio del cual se declaró el estado de alarma, creando el Comité de Coordinación y Seguimiento del Plan de contingencia de la COVID-19 el 26 de febrero, y la aprobación del Decreto de alcaldía del 11 de marzo. La respuesta a los retos generados por la pandemia también supuso un reordenamiento y la creación de nuevos servicios públicos que combinaran la cobertura de las necesidades de las personas atendidas y la protección de las trabajadoras y los trabajadores de estos servicios. Desde un primer momento, el objetivo fue limitar el crecimiento de los contagios, pero también proveer de la atención correspondiente a los sectores de la sociedad que hubieran sufrido de manera más aguda el embate de las medidas de control de la pandemia o que se encontraran ya en una situación en que incluso el confinamiento quedaba lejos de sus posibilidades. Ante la gran incertidumbre inicial, el Ayuntamiento estuvo en primera línea para ofrecer una respuesta empática y comprensiva con las inseguridades y miedos de la ciudadanía.

Los servicios sociales, como servicios esenciales, fueron una parte fundamental de esta respuesta con la reorganización de su funcionamiento mediante planes de contingencia que permitieron no interrumpir la actividad presencial, al tiempo que se incorporaban también atenciones telefónicas o telemáticas. La adaptación de los servicios a cada momento fue un hecho destacable que muestra su dinamismo y compromiso.

Por otra parte, hay que enfatizar el aumento de atenciones y demandas recibidas desde los servicios sociales municipales: durante los cuatro meses posteriores al inicio de la pandemia se atendió a un total de 44.463 personas desde los servicios sociales municipales.

Esta cifra suponía la mitad del total de personas atendidas en el año anterior. Además, el 20 % de las personas atendidas no habían ido nunca antes a los servicios sociales municipales o hacía más de un año que no habían requerido de su asistencia, hecho que evidenciaba la crisis social que acompañaba a la crisis sanitaria.

Al mismo tiempo, para dar respuesta al aumento de necesidades, desde Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona se distribuyó, durante el 2020, un total de 46,5 millones en ayudas económicas a las personas afectadas por el impacto de la COVID-19, la mayoría de las cuales se destinaron a alimentación y a vivienda, tanto para mantenerla (ayudas para el pago del alquiler) como para sufragar los gastos de un alojamiento temporal de urgencia.

Cabe destacar, también, que la pandemia aceleró la creación de equipamientos de alojamiento temporal de emergencia para personas que se encontraban en situación de calle o habían perdido su vivienda. Durante las primeras cuatro semanas desde que se decretó el estado de alarma se pusieron en marcha diferentes dispositivos: un centro de 58 plazas para dar respuesta a emergencias meteorológicas, un espacio de alojamiento de emergencia de 59 plazas para mujeres, un espacio de 30 plazas en habitaciones individuales para personas sin hogar con síntomas leves de COVID-19, dos espacios con una capacidad máxima de 225 plazas en pabellones de la Fira de Barcelona, un centro de 75 plazas para el confinamiento de personas sin hogar con adicciones a drogas o alcohol, y un centro de acogida para 42 jóvenes sin hogar.

No obstante, cabe remarcar que la respuesta a los desafíos de la pandemia fue de ciudad, y desde el primer momento brotaron por toda Barcelona iniciativas solidarias en clave de comunidad, redes de apoyo mutuo en los distritos y barrios, donde tuvo un papel clave la existencia previa de movimientos sociales, entidades, asociaciones vecinales y personas voluntarias que se organizaron para dar una respuesta a necesidades cotidianas desde la proximidad y que permitieron la canalización de recursos y el trabajo humano de las personas que quisieron contribuir de manera solidaria a salir de este impás. El Ayuntamiento dio apoyo al tejido social y comunitario de la ciudad proveyéndolo de apoyo económico y poniendo a la disposición de redes y entidades equipamientos municipales, dada su contribución a mantener en funcionamiento dispositivos extraordinarios.

La crisis derivada de la COVID-19 también denota la emergencia de riesgos globales, crisis complejas debido a su imprevisibilidad, con causas y consecuencias de alcance global que tienen un impacto que se alarga en el tiempo, y que requiere, a su vez, una gestión de la emergencia ágil y flexible, y un proceso de recuperación de más continuidad.

Estos retos exigen una gobernanza multinivel dinámica y bien concatenada, pero también una mirada de proximidad: la respuesta no se puede limitar a la activación de servicios de emergencia, sino que es necesario combinarla con acciones transformadoras.

Las consecuencias de la COVID-19 también supusieron la apertura de una ventana de oportunidad, generando y acelerando los procesos de innovación de la Administración municipal y sus políticas, reforzando la agilidad y capacidad de respuesta del Ayuntamiento, la experimentación con nuevas soluciones y su escalabilidad, y el impulso de la colaboración con diferentes actores de la ciudad para superar retos comunes.

La revista Barcelona Societat aporta, en este número, una visión poliédrica sobre los cambios que ha provocado la pandemia de la COVID-19 en la ciudad. Con una relación de autores y autoras de diferentes disciplinas y afiliaciones, abrimos un espacio de reflexión sobre los cambios y los retos surgidos de una crisis sin precedentes, dando continuidad al número 26, elaborado en abril del 2020, en pleno confinamiento.

 

Sònia Fuertes

Comisionada de Acción Social

Editorial

Editorial

Autor

Bru Laín y Albert Sales

Resum

Hace poco más de dos años y medio que el Gobierno central declaraba el estado de alarma y el confinamiento total de la población. Nos pasamos cerca de tres meses encerrados y encerradas en casa y, después, con importantísimas restricciones en la movilidad, el aforo y el contacto interpersonal. Uno de los aspectos más significativos de la pandemia es que nos ha enseñado a calcular, no solo con la dimensión del tiempo —en “años” de pandemia, en “meses” de confinamiento o en “días” de cuarentena, por ejemplo—, que es siempre una dimensión relativa y vivencial, sino también con la magnitud categórica de las cantidades absolutas —13 millones de infectados, cerca de 130.000 muertos, 4 millones de personas en paro, etcétera—. Que esta haya sido una de las lecciones principales extraídas de la pandemia es un hecho que indica cuál ha sido el impacto que ha supuesto en términos macroeconómicos, laborales, sociales, psicológicos, culturales y, evidentemente, también personales.

Tribuna

La crisis social de la COVID-19 en la ciudad de Barcelona, respuestas y aprendizajes después de la pandemia

Autor

Laia Claverol Torres

Resum

En marzo del 2020 se declara el estado de alarma por la COVID-19. ¿Qué abordaje han hecho los servicios sociales municipales del Ayuntamiento de Barcelona? ¿Qué respuestas se llevaron a cabo desde la perspectiva de los colectivos más vulnerables (las familias, las personas sin hogar o las personas mayores)? ¿Qué aprendizajes hemos extraído ante la gestión de nuevas crisis? Este artículo plantea una reflexión a partir del relato de la respuesta que el Ayuntamiento de Barcelona y, en concreto, el Instituto Municipal de Servicios Sociales dio a las necesidades sociales sobrevenidas por la crisis de la COVID-19. Necesidades tan diversas como cubrir la alimentación de miles de personas que se habían quedado sin ingresos de un día para el otro, generar un techo a aquellas personas que vivían en la calle y que no se podían confinar, atender a las personas dependientes solas en domicilios de la ciudad. Una respuesta a los efectos inmediatos de una crisis social aparejada a la crisis sanitaria de la COVID-19 y que atacó de manera más intensa a los colectivos más vulnerables de la ciudad. Junto a esta exposición se describen también los aprendizajes y los recursos que han quedado en la ciudad de manera estable y que nos permitirán estar más preparados y preparadas y, sobre todo, tener más resiliencia ante las futuras crisis.

En profundidad

Impacto de la pandemia sobre la salud en Barcelona

Autor

Lucía Artazcoz, Carme Borrell, Imma Cortès, Èlia Díez, Maribel Pasarín, Glòria Pérez, Cristina Rius y Maica Rodríguez

Resum

La respuesta a la COVID-19 ha representado un enorme desafío para la salud pública, la economía y el bienestar de la ciudadanía. Al mismo tiempo, ha sacado a la luz problemas estructurales como la precariedad del sistema sanitario, las limitaciones en el abordaje de las enfermedades de declaración obligatoria, la situación de las residencias de personas mayores, las desigualdades sociales, las limitaciones en la comunicación a la población general y la erosión de la confianza de la ciudadanía en las administraciones públicas. En este artículo se revisa la acción ejercida desde la salud pública en Barcelona con una mirada hacia el futuro y las lecciones aprendidas. La pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de abordajes intersectoriales que tengan en cuenta las desigualdades sociales y el impacto que va más allá de la incidencia y la mortalidad por la COVID-19 y afecta a la economía, la salud mental y el acceso a la asistencia sanitaria, entre otros ámbitos. La valoración de lo ocurrido debe permitir una mejor preparación para futuras emergencias de gran magnitud.

En profundidad

El apoyo contra la exclusión laboral de las personas con discapacidad en contexto COVID-19

Autor

Sergi Morera, Àngels Garcia, Lola Montejo, Assumpta Soler y Laura Trujillo

Resum

La pandemia ha afectado el mercado de trabajo de persones con discapacidad. Ha comportado una situación de mayor desempleo, una caída general de la contratación y cambios en la proporción de personas contratadas en el mercado laboral protegido y ordinario. La red de apoyo a las personas con discapacidad en Barcelona ha intervenido para contrarrestar tendencias negativas y ofrecer alternativas a la contratación al mercado ordinario. Hay que consolidar algunas de las medidas llevadas a cabo para ofrecer alternativas laborales a las personas con discapacidad.

En profundidad

Vivir la infancia y la adolescencia en Barcelona en tiempos de pandemia

Autor

Laia Pineda Rüeg y Elisa Stinus Bru de Sala

Resum

A lo largo del artículo se repasa la situación de la infancia y la adolescencia en la ciudad y se ponen de relieve los aspectos más destacados del informe “Datos clave de infancia y adolescencia en Barcelona” (IIAB, 2021), que analiza los principales indicadores en relación con el contexto demográfico, la educación, el tiempo, la salud, la pobreza y la protección y las violencias. Aunque habrá que esperar a ver si se consolidan o no las tendencias en los próximos años, los últimos datos disponibles empiezan a reflejar el impacto de la crisis abierta por la COVID-19 sobre las vidas de la infancia y la adolescencia en la ciudad.

Tribuna En profunditat

Los efectos de la pandemia en los espacios y los proyectos que promueven la gestión comunitaria de la cultura

Autor

Santiago Eizaguirre Anglada

Resum

Los espacios de gestión comunitaria de la cultura son una forma particular de comunes culturales urbanos orientados a promover una aproximación participativa a la emancipación cultural, pero también son entornos muy activos con respecto a la gobernanza de ecosistemas locales en favor de la democratización económica, la resiliencia comunitaria y la educación ecosocial. En este artículo, a partir del análisis de contenido de diferentes grupos de debate llevados a cabo durante el año 2021, intentaremos comprender cómo el ecosistema barcelonés de proyectos de cooperación comunitaria en torno a la gestión de la cultura ha sufrido los efectos de la crisis desencadenada por la pandemia de COVID-19. Las propuestas que está articulando este sector pueden tener impactos en las políticas culturales, y buscan apoyarse en la construcción de un marco normativo que reconozca la gestión comunitaria legalmente e interpele también a otros ámbitos de las políticas públicas.

En profundidad

Arraigos, movilidades y acción colectiva durante la pandemia y la pospandemia: el derecho al territorio

Autor

Margarita Barañano Cid, Cristina López Villanueva y José Ariza de la Cruz

Resum

Analizando las ciudades de Madrid, Barcelona, São Paulo, Ciudad de México y Buenos Aires, podemos identificar qué impacto ha tenido el antes y el después de la pandemia en las pautas de arraigo y de movilidad residencial cotidiana, por un lado, y en las de acción colectiva y las iniciativas comunitarias y ayuda mutua, por el otro. El artículo realiza un estudio minucioso de las pautas de enraizamiento en el territorio y de las dinámicas de tenencia de vivienda, de bienestar y de género para poner de relieve el enraizamiento local como factor de apoyo en los barrios y colectivos vulnerables. El debilitamiento de dichos arraigos durante la pandemia y la pospandemia parece responder más a la reactivación de los procesos de expulsión, gentrificación y financiarización de las ciudades más que exclusivamente a una movilidad residencial fruto del deseo de alejarse de las zonas urbanas más densas

En profundidad

Ciudades y no discriminación. Consideraciones teóricas, normativas y prácticas

Autor

Observatorio DESC (@Observadesc)

Resum

Este texto aborda la discriminación dentro del espacio urbano y la relación entre el derecho a la no discriminación (como ingrediente necesario del derecho a la ciudad) y las políticas locales, poniendo énfasis en los roles específicos que tienen los gobiernos municipales y la ciudadanía con el fin de conseguir unos espacios urbanos verdaderamente inclusivos. En primer lugar, se trata la discriminación a nivel más teórico, detallando brevemente el carácter poliédrico y las múltiples manifestaciones que tiene en ejes como el del género y la orientación sexual, el origen étnico, la religión, la situación migratoria y socioeconómica o la edad y el estado de salud. Son ejes que a menudo se entrecruzan y se refuerzan en términos de interseccionalidad. Se tratan después las diferentes tipologías y agentes discriminadores: desde la discriminación institucional a la espacial, pasando por el fenómeno de la discriminación sistémica o estructural. Posteriormente se exponen diferentes enfoques, normativa y jurisprudencia internacionales sobre el derecho a la ciudad y el principio de no discriminación, prestando atención al papel que se adjudica a las ciudades y gobiernos municipales. Por último, se mencionan algunas iniciativas concretas para prevenir y combatir las discriminaciones en el ámbito municipal, y en el apartado final de conclusiones se apuntan algunas recomendaciones.

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