Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda

En los primeros seis meses del año la Guardia Urbana de Barcelona intervino en 3.617 siniestros con lesionados en la ciudad, un 24 % menos que a lo largo del 2019. Se trata de un 8 % más con respecto al año pasado, cuando todavía había algunas restricciones de movilidad relacionadas con la emergencia sanitaria.

Durante este periodo, 11 personas han perdido la vida en accidentes de tráfico, 10 motoristas y 1 peatón. En cuanto al número de heridos graves, se mantiene estable en relación con el año pasado y disminuye casi un 20 % en comparación con el 2019. La siniestralidad más grave (heridos graves más víctimas mortales) es un 15 % inferior respecto al primer semestre del 2019.

Un total de 83 personas han resultado heridas graves (más de 24 horas hospitalizadas) en siniestros de tráfico en la ciudad. Los conductores son los usuarios que sufren las lesiones más graves (51) y, en concreto, los conductores de motocicleta (41) son los heridos graves más numerosos. En cuanto a los peatones, resultaron heridos graves 27, 12 de los cuales fueron atropellados por motocicletas. La suma de los heridos graves de los colectivos más vulnerables —conductores de vehículos a motor de dos ruedas, peatones, ciclistas y conductores de vehículos de movilidad personal (VMP)— supone más del 91 % del total de heridos graves.

La tendencia a la siniestralidad de los VMP continúa al alza

Entre los meses de enero y junio, unos 6.800 vehículos se vieron implicados en siniestros de tráfico, un poco menos del 30 % respecto al mismo periodo del año 2019 y casi un 5 % más en relación con el 2021. El año pasado los VMP tuvieron un aumento significativo de la siniestralidad, y durante el primer semestre del 2022 esta siniestralidad se ha mantenido en cifras prácticamente iguales que el año anterior, con un total de 397 accidentes con lesionados, un 13,43 % más.

La falta de atención, principal causa de siniestralidad en los conductores

La principal causa directa de siniestralidad en los conductores sigue siendo la falta de atención durante la conducción y no respetar la distancia de seguridad. En el caso de los peatones, en cambio, los siniestros se producen por no obedecer los semáforos en rojo y atravesar la calle fuera de los pasos habilitados. El alcohol sigue siendo la principal causa mediata en la siniestralidad vial —las mediatas son las causas que tienen una influencia directa en la ocurrencia del siniestro, pero que no son su causa principal. En este sentido, este factor ha aumentado la incidencia un 18,5 % respecto al primer semestre del año pasado, si bien disminuye más de un 21 % en comparación con el mismo periodo del año 2019.
Finalmente, durante el primer semestre, la Guardia Urbana ha instruido 2.326 atestados de tráfico relacionados con la seguridad vial, ha detenido a 50 personas y ha investigado a 2.265.