Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda

Un grupo de expertos y de expertas debatirá desde hoy y durante un año sobre el futuro de las playas de la ciudad, buscará soluciones a los retos que plantea la emergencia climática y fijará una hoja de ruta. La prioridad es garantizar un litoral resiliente, adaptado a la crisis climática, gestionado de manera sostenible y que preserve la biodiversidad costera.

Las playas de Barcelona son mayoritariamente de origen artificial y deficitarias en arena, con pérdidas de 40.000 metros cúbicos cada año a causa del impacto del oleaje y las corrientes marinas.

Entre el 2010 y el 2019 las más afectadas han sido la de la Nova Icària, que ha perdido un 71 % de superficie, la de Llevant, que ha perdido un 72 %, y la de la Mar Bella, que ha perdido un 85 %.

En los puntos más críticos el ancho de la playa es inferior a los 25 metros.

¿Cómo afecta las playas la emergencia climática?

El aumento del nivel del mar, el incremento de lluvias torrenciales y el impacto del oleaje provocan:

• Inundaciones
• Afectaciones en los paseos, espigones e infraestructuras portuarias
• Pérdida de arena

El grupo de trabajo, que se enmarca en los objetivos del Plan litoral, y las actuaciones definidas en la Declaración de emergencia climática, buscará soluciones a los diferentes problemas de las playas barcelonesas. Está formado por expertos y expertas de centros de investigación, universidades y entidades y técnicos municipales.