Resiliencia urbana

La resiliencia es la capacidad de un sistema urbano de prevenir, resistir cualquier peligro o riesgo posible y recuperarse.

El Ayuntamiento de Barcelona promueve un modelo de resiliencia que trabaja para construir una ciudad con más capacidad de afrontar los retos actuales y de futuro, reducir las vulnerabilidades y sobreponerse a los impactos de manera proactiva, con el fin de garantizar la calidad de vida de la ciudadanía.

Objetivos

  • Reducir las vulnerabilidades de la ciudad con acciones preventivas que minimicen el impacto de las tensiones que se pueden dar, de manera que la ciudad sea capaz de resistirlas manteniendo sus funciones esenciales.

  • Proveer a la ciudad de los mecanismos adecuados para la detección y la evaluación anticipada de los riesgos que pueda necesitar gestionar.

  • Trabajar para mejorar la capacidad de respuesta y minimizar el impacto y el tiempo de recuperación de la ciudad hasta su estado original, o equivalente, ante situaciones de crisis.

  • Proporcionar información útil y herramientas para dar apoyo al proceso de toma de decisiones —tanto operativas como estratégicas— a escala global de ciudad.

La gestión de los servicios urbanos es muy compleja a causa de los múltiples agentes que intervienen en el proceso. Barcelona está trabajando para construir las herramientas y las estructuras organizativas necesarias para abordar la gestión de la ciudad de la manera transversal e intersectorial que la realidad urbana, cada vez más compleja, requiere. Este proceso se ha consolidado con la creación del Departamento de Resiliencia Urbana en el organigrama municipal, dentro del Área de Ecología Urbana. (Gerencia Adjunta de Movilidad e Infraestructuras).

Desde el 2021, como respuesta a la creciente demanda de abordar los impactos y tensiones que se han vuelto críticos en los últimos años —y a raíz de las situaciones de vulnerabilidad agravadas por la COVID-19—, se ha creado la Ponencia Municipal de Resiliencia, un instrumento que tiene como objetivo impulsar actuaciones de reducción de riesgos con carácter proactivo y enfocadas a la prevención. Se trata de una herramienta que permitirá detectar y priorizar propuestas de mejora para sacar adelante proyectos e iniciativas transversales dirigidos a construir resiliencia.

También se colabora con instituciones internacionales que trabajan en este ámbito con el objetivo de fomentar el intercambio de experiencias para aportar la visión, la experiencia y el modelo desarrollado por Barcelona. Algunos de estos organismos son los siguientes: UN-Hábitat, con sede en Barcelona, mediante el programa “City Resilience Profiling Programme”; UNISDR, que ha reconocido Barcelona como hub de resiliencia de Europa en el marco de la campaña “Making Cities Resilient”; el programa de las “100 Resilient Cities”, promovido por la Rockefeller Foundation, o la red de ciudades C40.

 

Barcelona, hub de resiliencia de Europa

La UNDRR, la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, ha nombrado Barcelona hub de resiliencia de Europa, en el marco de la campaña “Making Cities Resilient 2030” (MCR2030), por sus políticas para abordar el riesgo climático y el riesgo de desastres en la ciudad.

Barcelona actuará como hub de resiliencia durante tres años, en los que se compromete a compartir con otras ciudades su experiencia y sus conocimientos para mejorar la resiliencia ante los desastres, consciente de que la colaboración entre ciudades es esencial para avanzar en el camino de la resiliencia urbana en todo el mundo.

Los centros de resiliencia forman parte de la iniciativa MCR2030, en la que cada ciudad ha desarrollado soluciones locales para mejorar la capacidad de resistir y recuperarse ante los desastres, que pueden contribuir a orientar las políticas municipales hacia la reducción de riesgos. 

Barcelona ya es reconocida como líder internacional en el fomento de la resiliencia y como centro de cooperación global, que ofrece su ayuda a otras ciudades a través del programa de cooperación entre ciudades y del convenio de colaboración, con el programa global de resiliencia de ONU-Habitat. En este sentido, trabaja para dar apoyo técnico a las ciudades para que amplíen sus perfiles de resiliencia y avancen con respecto al conocimiento y la autoevaluación en relación con las vulnerabilidades.

Este nombramiento, que también han recibido Greater Manchester, Helsingborg y Milán, proporciona un marco excelente para seguir construyendo resiliencia con un impacto tanto a escala de ciudad como en el ámbito global.

 

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