Plan de Movilidad Urbana (2013-2018)

El Plan de Movilidad Urbana de Barcelona 2013-2018 (PMU) es el instrumento de planificación donde se definen las líneas de actuación que deben gobernar la movilidad urbana en los próximos años, teniendo como horizonte estratégico continuar avanzando hacia un modelo de movilidad colectivo más sostenible, eficiente, seguro, saludable y equitativo.

El plan plantea un conjunto de medidas encaminadas a dar más protagonismo a los peatones y a los ciclistas, a fomentar el uso del transporte público colectivo y a reducir el uso del vehículo privado, con el objetivo de mejorar la calidad de la ciudad, la seguridad vial y la eficiencia del conjunto del sistema de movilidad.

El PMU representa una oportunidad para reflexionar sobre el encaje de la movilidad, tanto de las personas como de las mercancías, en el espacio público y en la dinámica socioeconómica de la ciudad, reto que requiere la cooperación de todos los agentes junto con el Ayuntamiento de Barcelona, que tiene la capacidad de participar activamente en la construcción de este modelo —entidades, empresas, otras instituciones...—.

El objetivo del plan es continuar actuando sobre el espacio público y la movilidad para favorecer la convivencia entre las personas, la cohesión social, el bienestar y la salud pública. Por este motivo, el plan se fundamenta sobre cuatro ejes estratégicos: movilidad sostenible, movilidad equitativa, movilidad eficiente y movilidad segura.

Actualmente, Barcelona trabaja en el nuevo Plan de Movilidad Urbana 2019-2024.

130 km

de zonas con prioridad para los peatones

650 km

de zonas 30

90% de la población

tiene red de bici a menos de 300 metros (en 2018)

Reducir la contaminación atmosférica y acústica derivada del transporte.

 

 

Facilitar el trasvase modal hacia medios más sostenibles.

 

Garantizar la accesibilidad al sistema de movilidad.

 

Moderar el consumo de energía en el transporte y reducir su contribución al cambio climático.

Aumentar la proporción del consumo de energías renovables.

 

Incrementar la eficiencia de los sistemas de transporte de energías renovables en la movilidad.

Reducir la accidentalidad asociada a la movilidad.

Incorporar nuevas tecnologías en la gestión de la movilidad.