“Queremos cooperativizar las políticas ambientales para que la economía social y solidaria tenga un papel central”

Entrevistamos a Rubèn Suriñach y Eva Vilaseca, coordinador técnico y socia de Ecohub.

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14/01/2025 - 14:44 h

Entrevistamos a dos personas de Ecohub, un polo cooperativo constituido recientemente que ESBOtrabaja para impulsar la transición ecosocial. Nos hablan sobre cómo esta iniciativa pretende transformar las políticas ambientales desde la economía social y solidaria, pero también disputando el marco de las actuales propuestas de transiciones verdes que creen insuficientes.

¿Qué es Ecohub, cómo nació y cuál es su misión principal en el contexto de la transición ecosocial?
Eva Vilaseca (EV): Es un polo cooperativo para la transición ecosocial que nace para facilitar y agilizar transiciones ecológicas justas y democráticas. Es un espacio que suma las pericias de entidades que trabajan en el campo de la sostenibilidad en diferentes ámbitos (investigación, facilitación, educación…), y aprovecha su capacidad técnica para ponerlas al servicio de un proyecto más grande: el Ecohub. Queremos ir más allá y crear metodologías, herramientas e ideas propias para poder acelerar esta transición. El Ayuntamiento de Barcelona ha apoyado el Ecohub con las subvenciones de Fortalecemos la ESS.

¿A quién van dirigidas estas herramientas?
EV: La finalidad es hacer una herramienta para la Administración pública, para los centros educativos, para las comunidades e incluso para los movimientos sociales. Ante la urgencia de afrontar la crisis climática, vemos que la mayoría de las propuestas que se están haciendo son insuficientes, no van a la raíz del problema y no nos llevan hacia un futuro habitable para todas. Creemos que es muy importante situar sobre la mesa otra propuesta que no sea desde el capitalismo, sino desde un proyecto vertebrado por la justicia social, el ecofeminismo, la economía social y solidaria… Queremos ser un actor económico con fuerza que pueda plantear esta alternativa.

¿Cuándo y cómo nacisteis?
EV: Nos constituimos el octubre de 2024, pero hace un año y medio que nos pensamos como espacio. El Ecohub se creó a partir de un ecosistema relacional de intercooperación creado en el marco de la comisión de Ecología de la XES (Red de Economía Solidaria de Cataluña).

¿Cuántas personas y qué tipos de entidades forman parte?
EV: Formamos Ecohub cien trabajadoras y nueve entidades, siete de ellas son socias (seis cooperativas y una entidad de investigación) y dos son colaboradoras.

¿Qué servicios ofrecéis?
Rubèn Suriñach (RS): El Ecohub se singulariza por el intento de llevar la conversación sobre nuestro futuro a todos los ámbitos posibles. Aquí, hay una parte de pericia metodológica en herramientas participativas. Un ámbito que estamos trabajando mucho es lo de los escenarios de futuro, anticipándonos estratégicamente a lo que pueda haber, con procesos deliberativos o de coproducción de políticas públicas con la ciudadanía, lo cual nos facilita un diagnóstico bastante realista. Entran muchas cosas: diagnóstico en el ámbito territorial y sectorial, planificación de acciones prioritarias, herramientas de sensibilización con la ciudadanía con la que compartir esta visión de futuro… Es todo un ciclo, desde la diagnosis hasta la producción de políticas públicas y de acciones concretas.

¿Con qué actores trabajáis y qué papel juegan en el proyecto?
RS: El actor principal es la Administración pública a nivel Cataluña. Ya hemos empezado a trabajar las visiones de futuro con un ayuntamiento. También aspiramos a hacerlo con grandes actores y entidades sociales, como oenegés y sindicatos, con instituciones culturales y con movimientos sociales. Además de dar servicios, generamos recursos para reforzarlos.

¿Uno de estos recursos es la Escuela de Transiciones. ¿Cómo funciona?
EV: Es un espacio formativo que ofrece conocimiento e ideas para poder capacitar personas para liderar transiciones ecosociales, desde la Administración pública, el cooperativismo, la acción comunitaria o los movimientos sociales. Y esto lo hemos hecho a través de un curso de especialización en transición ecológica y alternativas económicas en el marco de la Universitat de Barcelona. Además, el pasado otoño iniciamos un seminario de pensamiento ecosocial, ‘Utópicamente’, con cápsulas para profundizar en debates sobre el ecologismo contemporáneo que creemos estratégicos. Este enero lanzamos la segunda edición. La idea es hacer crecer la Escuela con más ofertas de carácter universitario y también más popular.

¿De qué forma contribuye el Observatorio para la Transición Ecosocial en la investigación y la innovación en este ámbito?
RS: Queremos que el Observatorio, que se está desarrollando, sea un espacio de creación de conocimiento que alimente muchas patas. Hacer, por ejemplo, un diagnóstico de cómo está un municipio en relación con la crisis climática teniendo unas métricas e indicadores es muy útil para evaluar ámbitos o sectores concretos y hacer estudios de impacto que pueden alimentar el debate público y los movimientos sociales. Una de las funciones del Observatorio es esta parte de innovación metodológica que permite llevar la conversación sobre el futuro a muchos lugares, muchos ámbitos y muchos lenguajes. Aparte de hacer investigación, una de sus tareas tiene que ser la innovación metodológica.

¿Qué papel tiene la participación ciudadana en vuestras propuestas?
RS: Es fundamental. Tenemos un espacio muy próximo, la Asamblea catalana para la transición ecosocial, que hemos contribuido a crear como un frente común de personas y movimientos formado por la ciudadanía. Se trata de alimentar este espacio, pero también queremos llevar la conversación en el ámbito local y territorial.
EV: A la hora de pensar e implementar las transiciones, la democracia es un elemento central. Creemos que esto no se puede hacer desde un despacho de la Administración, que solo se puede salir adelante desde esta participación y teniendo ciertos debates incómodos.

Ante las acciones de las grandes empresas para enfrentarse a la descarbonización, vosotros habláis de transición social…
RS: En el abordaje de la crisis ecológica, hay una visión mayoritaria muy tecnocrática; todo son solucionas tecnológicas desde las grandes empresas. Nosotros queremos abrir el debate de forma más profunda y por eso también hablamos de transición ecosocial, porque hay una visión social, participativa. La crisis ecológica traerá problemas, danas como la de Valencia y, o preparamos el tejido comunitario y la ciudadanía para estos procesos de cambio y protegemos a los que menos tienen, o vamos mal.
EV: Las políticas tecnocráticas están muy sectoriaizadas desde el Departamento de Medio Ambiente. Nuestra propuesta es una mirada sistémica y transversal.

¿De qué manera contribuye el Ecohub a fortalecer los sectores estratégicos de la ESS definidos en la Estrategia ESSBCN2030? 
EV: Hace mucho tiempo que pensamos cuál es el papel de la economía social y solidaria en la transición ecológica. El Ecohub, desde los valores y las prácticas de la ESS que impregnan nuestras cooperativas, plantea una acción hacia fuera con una mirada política y una mirada económica.
RS: La propuesta nace desde la ESS, pero su público objetivo no es la ESS. Una de las cosas importantes en nuestro camino ha sido la campaña futuros imposibles, que hemos podido impulsar gracias a la Estrategia ESSBCN2030. Dentro de la economía social y solidaria, hay varias familias y creemos que tendríamos que ser algo más quirúrgicos, no ir a decirlo a todo el mundo. Por ejemplo, trabajar en el Tercer Sector, saber qué papel juega ante la transición ecológica y hacer un trabajo específico en esta familia. Se ha hecho mucho trabajo y ahora es el momento de ser más selectivos y no tanto de sensibilizar en general.

¿Cómo se pueden superar los límites de las políticas verdes actuales?
EV: Nosotros planteamos otra propuesta de transición. Lo hacemos desde el marco jurídico y de valores de la ESS, pero también queremos disputar el marco de la economía verde y de las transiciones verdes, que ahora mismo son las principales propuestas sobre la mesa y que consideramos absolutamente insuficientes. El Ecohub puede ser una herramienta para plantear otras propuestas con cierta visión y escalabilidad.
RS: Podríamos decir que queremos cooperativitar las políticas ambientales, porque en estas la presencia de la ESS como solución es prácticamente inexistente, y queremos que tenga un papel central.

¿Algún objetivo especial por este 2025?
EV: Una de las tareas del Ecohub para 2025 es poner en marcha el Observatorio. En realidad, acabamos de abrir persiana y nuestro propósito de este año es que el Ecohub tome forma y salga adelante. Otro objetivo es ir a hablar con mucha gente; tenemos muchas conversaciones pendientes en el ámbito de la ESS para generar alianzas y nuevos proyectos, y alimentar el Ecohub, que es dinámico.
RS: Estamos en fase de despegue.