«El concepto de apoyo mutuo es la clave de nuestro modelo, una ayuda mutua que es intergeneracional»
Entrevista con Jordi Busquet, Presidente de la Federación de Mutualidades de Cataluña.
Con motivo de los 125 años de la Federación de Mutualidades de Cataluña, entrevistamos a su presidente, Jordi Busquet. Nos explica lo que diferencia el modelo mutualista de otros modelos de seguros personales, la historia de la Federación y la importancia de la intercooperación con administraciones y otras entidades de la ESS.
¿Cómo funciona el modelo mutualista? ¿Qué os diferencia de otras ofertas de seguros personales?
Lo más importante es la figura del mutualista, que es a la vez cliente y propietario. Esa es la gran diferencia. Cuando nos encontramos con otros tipos de entidades aseguradoras, el contrato que firmas es un contrato de cliente, tomador, con una compañía. En cambio, en la mutualidad, en el momento en que firmas este contrato, tú ya eres mutualista y, por lo tanto, propietario. Independientemente de que tengas una póliza con un precio o con otro, tengas más coberturas o menos, tu voto vale lo mismo.
Porque, por mucho que digas que el cliente es lo primero, ¿qué mejor que el cliente y el propietario sea lo primero? En el mundo mercantil hay tantas dudas de si realmente lo primero es el cliente o el capital. En nuestro caso, la mutualidad lo que quiere es dar un servicio, una prestación por encima de todo. Y, por lo tanto, con esta figura en la que eres propietario y cliente, lo que prima siempre es el servicio.
Cuando habláis de servicio, ¿de qué tipo de servicio se trata? ¿Qué ámbitos o qué cubrís?
Depende de las mutualidades, están orientadas a unos servicios o a otros. Hay mutualidades que se crearon básicamente para una cobertura de asistencia sanitaria en zonas donde no había o es insuficiente; otras son para la cobertura de accidentes; otras, para temas de medicamentos; otras, para temas de entierro…
Es la necesidad de cada momento la que crea las prestaciones que desarrollan las mutualidades. No es tanto la mutualidad como ente que piensa en un grupo pequeño qué ofrecemos y voy a iniciar mutualistas, sino que es una cuestión de abajo arriba.
¿Qué valor añadido tiene, pues, el mutualista?
Más allá de los clásicos vinculados al concepto de economía social y solidaria (ESS), que la persona prima ante el capital y que son entidades democráticas, hay una parte que es la continuidad.
Es decir, la garantía de la continuidad de la entidad, porque depende de los propios mutualistas. Somos entidades muy solventes. ¿Por qué? Porque vamos acumulando estas reservas para perdurar en el tiempo. Tenemos una experiencia de muchos años, hemos vivido muchas crisis por este camino y hemos sobresalido en estos momentos de crisis justo porque es cuando la gente ve realmente que tienes ese valor añadido de continuidad.
Y no es solo la continuidad en los servicios, sino en cómo se hace este servicio, el alma de la mutualidad.
¿Qué impacto ha tenido la crisis de la covid-19?
Cuándo hay momentos de crisis, nuestro modelo, como todos, se pone en valor o no. Porque cuando va bien, todos los modelos funcionan. Sin embargo, cuando hay momentos de crisis ves los que pueden sobrevivir. No es solo un tema económico. Es un tema de modelo.
En nuestro modelo, nos encontramos con que, como entidades aseguradoras, la covid-19 es una pandemia y las pandemias no están cubiertas, por definición. Pero ¿qué pasa? Estos niveles de solvencia de los que hablábamos, ¿por qué se acumulan? Se acumulan para cuando hagan falta. No para no utilizarlos.
En nuestro caso, todas las mutualidades han hecho frente a los gastos de la covid-19 sin que estuvieran cubiertos. Es el momento de no escatimar esfuerzos en los servicios. Lo que no podemos hacer es reducir la calidad del servicio. Aguantamos el chaparrón, cubrimos prestaciones que no están cubiertas, pero que la gente necesita, y seguimos manteniendo el nivel de servicio de calidad, con lo que eso implica también.
¿Qué papel tiene la Federación?
Nosotros decimos siempre que nuestro concepto de ser singulares… La gente solo se centra en es que sois pequeños. Pero es que muchos pequeños hacen cosas grandes. Cooperamos para competir y la Federación es el instrumento. Nos permite competir en un mercado como el actual sin perder nuestra esencia de mutualidad ni las singularidades que tiene cada mutualidad.
¿Cuántas mutualidades integran la Federación?
Somos unas 34 mutualidades. Nuestro criterio son aquellas entidades que tienen la sede social en Cataluña. Las hay que solo tienen actividad en Cataluña, y otras que tienen en Cataluña y fuera.
Tenemos un volumen muy grande de mutualistas y sujetos protegidos. El mutualista es la persona que firma el contrato, pero puede tener más personas: tenemos más de un millón de personas cubiertas por las mutualidades, casi 1.3 millones. Además, tenemos un índice de fidelidad, interpretado como bajas que se producen anualmente con respecto a las que se producen en una S. A., mucho más reducido. Eso significa que la gente está contenta. Puede costar más convencer de este modelo, pero cuando están dentro les cuesta mucho hacer un cambio.
¿A qué retos crees que se enfrenta la Federación de Mutualidades y el modelo de mutualidades?
El primer reto al que tenemos que estar siempre atentos, aunque lo hemos conseguido, es la viabilidad. Entidades como las nuestras, igual que otras en el mundo de la ESS, normalmente siempre se atacan con argumentos económicos: falta de eficiencia, que no están bien capitalizadas… En nuestro caso, eso no lo pueden utilizar porque le damos la vuelta a la tortilla. Somos nosotros los que podemos decir os falta solvencia o estáis mal capitalizados. Porque ellos prefieren tener menos solvencia, menos capital, porque lo distribuyen entre sus accionistas. En cambio, los mutualistas prefieren que se quede para poder hacer frente a imprevistos.
Esta pata que es tan firme, y que nos ha costado muchos años ir acumulando y gestionando, no la hemos vendido lo bastante bien. Es decir, tenemos que vender más esta profesionalidad nuestra y la forma de hacer las cosas que da esta garantía. Muy poca gente sabe que tenemos esta fortaleza. Creo que es un tema de comunicación. Ahora, nos tocará también demostrar esta singularidad que tenemos. Comunicar esta singularidad que nosotros aceptamos y queremos que continúe. Queremos potenciar esta diversidad y comunicarla.
Creo que nuestro gran reto es comunicar esta fortaleza económica a la vez que esta singularidad y que, desde la Federación, trabajamos para crear estas líneas maestras que hacen que el modelo perdure en el tiempo.
¿Cómo trabajáis e intercooperáis con el ámbito de la ESS?
Hasta hace muy pocos años, muy pocos, nosotros no interactuábamos de manera activa como Federación ni como conjunto del mutualismo con el resto de la economía social y solidaria, ni a escala local, aquí en Barcelona ni a escala de Cataluña. Sí es cierto que muchos de los mutualistas están vinculados al mundo de la ESS, eso sí. Era una puerta importante para nosotros.
Sin embargo, al igual que la Federación sistematizó los temas de solvencia y económicos, debimos sistematizar también el tema de la intercooperación. Aquí el gran punto fue la creación de la Asociación Economía Social Cataluña (AESCAT), de la cual somos miembros fundadores; este fue el gran salto adelante. Cabe también destacar que el origen de nuestro acercamiento en el ESS, fue el Comisionado del Ayuntamiento de Barcelona que, en aquel momento, era Jordi Via. Fue aquí donde empezamos a movernos y hacer contactos con el mundo de la economía social y solidaria.
El lema del aniversario de la Federación es «125 años de apoyo mutuo». ¿Por qué este lema?
El concepto de apoyo mutuo es la clave de nuestro modelo, una ayuda mutua que es intergeneracional. Las mutualidades nos damos apoyo mutuo entre nosotros, en la propia Federación para sacar adelante proyectos comunes. Hay gente que tiene más recursos que otros y, por ejemplo, en el ámbito legal puede avanzar mucho más en el tema de solvencia de uso que otras entidades. Pues todas lo pusimos en común y lo regalamos para que se pudieran aprovechar todas y crear un modelo de la Federación.
Este apoyo mutuo también lo hacemos desde las mutualidades, cada mutualidad con a sus mutualistas actuales, porque si hay una persona que hoy tiene, por desgracia, un cáncer, ¿qué hacemos? ¿Le subimos la prima porque ha gastado más? No. Eso para mí tiene una fuerza también muy grande.
Y lo que decía, es intergeneracional. Hay una mutualidad que es más antigua que la Federación, tiene más de 150 años. Han ido acumulando reservas, estos excedentes cada año. Van acumulando, acumulando, acumulando y eso lo han ido poniendo a disposición de sus mutualistas. Es una entidad de estas muy pequeñas, junto a la Jonquera, en un pueblo que se llama Cantallops. El Casino del pueblo es suyo, de la mutualidad; el primer bar también, la Alianza también. Todo eso lo han puesto a disposición de los mutualistas, que al final era el pueblo. Y siguen. ¿Por qué es posible mantener actualmente una entidad como esta u otras? Porque si no hubiera habido este compromiso de tantas generaciones, no estarían en esta situación.
Lo vinculo siempre con la parte económica. ¿Por qué somos tan solventes? Son muchos años de gestión con un único criterio: la continuidad.