Las voces de la economía social y solidaria. Capítulo 02: Emprendimiento en femenino

Gina Planas:

Bienvenidos y bienvenidas al nuevo pódcast dedicado a las economías sociales y colaborativas Las Voces de la Economía Social y Solidaria.

Como recordaréis, en el episodio anterior nos estrenamos reflexionando sobre el papel de las finanzas éticas y qué finalidad tienen para impulsar proyectos empresariales con dificultad de acceso a la financiación.

En este segundo episodio queremos acercarnos al mundo del emprendimiento de la economía social y solidaria desde una perspectiva femenina. Es decir, queremos descubrir qué significa emprender desde el punto de vista de una mujer, ya sea en un proyecto nuevo o bien mantener y hacer crecer una iniciativa en funcionamiento en el ámbito de las economías solidarias. También daremos a conocer qué recursos municipales tenemos al alcance para dar apoyo a este desarrollo. Para adentrarnos en este tema hoy os presentamos a Ernest Pons y Andrea Balletbó.

Ernest ha trabajado en diferentes organizaciones de economía social y solidaria y ha impulsado varias iniciativas cooperativas. Actualmente, es técnico de la Dirección de Innovación Socioeconómica de Barcelona Activa y responsable, entre otros, de los programas "Camino de la solidez" y "Construimos en femenino". Son dos programas a medida diseñados para fortalecer iniciativas de la ESS gestionadas y lideradas por mujeres y que ya cuentan con una trayectoria bastante larga: siete y seis ediciones, respectivamente. Desde sus inicios hasta ahora han participado en más de 200 proyectos de la ESS y cerca de 400 mujeres. Ernest también es padre de un niño de cinco años. 

Andrea Balletbó es socia y consultora de Tandem Social, una cooperativa de trabajo de iniciativa social y sin ánimo de lucro encargada de gestionar los dos programas mencionados y, además, es emprendedora desde el 2015. Cuando entró como socia en Tandem Social participó en la constitución del restaurante cooperativo Sopa de Pedres. También ha coliderado varios proyectos de emprendimiento en el marco de Tandem y es madre de dos niños: Emma, de tres, y Martí, de cinco años.
Os damos la bienvenida a los dos y muchas gracias por estar aquí.

Ernest, si te parece, empezamos contigo por si nos puedes explicar qué servicios dirigidos a las mujeres se ofrecen desde Barcelona Activa para poder ayudar a emprender.

Ernest Pons:

Hola y gracias por proponernos colaborar en este pódcast. Quiero comentaros primero que hablo en nombre de un equipo más grande, pero si soy yo quien está hoy aquí es porque he tomado parte desde el principio en la gestación de estos programas que mencionabas y también por experiencia previa asesorando a personas emprendedoras, mayoritariamente mujeres, de hecho.

Pues "Camino de la solidez" y "Construimos en femenino" son dos programas que gestionamos desde el Departamento de Innovación Socioeconómica y quizás hablar de ellos nos ayude a situar qué es lo que entendemos nosotros por “emprender en femenino”, en un marco de economía social y solidaria, y qué retos puede suponer. Se trata de programas que duran entre cinco y seis meses y combinan formaciones con asesoramientos individuales y grupales, y donde, más o menos, en cada edición participan de forma gratuita quince iniciativas. 

Gina Planas:

En referencia a estos programas que comentas, "Camino de la solidez" y "Construimos en femenino", ¿cuál sería el perfil de candidata?

Ernest Pons:

Pues si se trata de una mujer o un grupo de mujeres que está iniciando un proyecto en este marco de la economía social y solidaria, o quiere formar parte, el "Construimos en femenino" es un programa que la acompaña en la planificación en todos los ámbitos que implica un proceso emprendedor y, en cambio, "Camino de la solidez" se dirige a organizaciones, o sea, empresas cooperativas o entidades que tengan actividad económica, que ya poseen una trayectoria, pero que quieren trabajar la estrategia socioempresarial, afrontar retos concretos, sea cual sea su ámbito, y hacerlo evidentemente incorporando valores de economía social y solidaria.

En ambos casos, cada uno de ellos está dirigido a un perfil específico. Su punto fuerte creemos que radica en combinar un acompañamiento intensivo y tratar de adaptar la realidad de cada participante al formar parte de un grupo de mujeres, que es algo que consideramos potente, y que facilita sobre todo el empoderamiento colectivo y el aprendizaje colaborativo. 

Gina Planas:

Y, concretamente, ¿cómo se pueden vincular estos programas con una mirada de género en el emprendimiento y también el mundo empresarial?

Ernest Pons:

Fruto de escuchar demandas y valoraciones de participantes, y, además, de ver el contexto económico y la evolución de la economía social y solidaria, hemos ido adaptando estos programas y también, en general, el abanico de servicios del departamento.

Por una parte, apostamos por formatos más flexibles y personalizados, y las últimas ediciones del Camino y del Construimos, de hecho, se han adecuado para incorporar estas necesidades que nos habían transmitido o que habíamos detectado. 

Con los acompañamientos individualizados y a domicilio, lo que se pretende es dar respuesta a diferentes necesidades, ritmos, capacidades, etcétera, de cada participante. Consideramos que en la economía social y solidaria tienen que poder encontrar espacio todos los aspectos de la sociedad. Si no, no será transformadora. Y eso conecta con algo que, cuando impartía, en mi caso, formaciones sobre emprendimiento en centros escolares, lo explicaba muchas veces, que es que mucha gente no es consciente de que ya ha emprendido, y en algunos casos se ha visto obligada a hacerlo. Por ejemplo, podemos considerar que es la situación de un proceso migratorio, incluso vivir la crianza, impulsar proyectos asociativos o de militancia. Es que incluso adornar tu calle durante la fiesta mayor podríamos considerar que es emprender. Al final se trata de planificar, valorar pros y contras, trabajar la resiliencia, la red...

Y en muchos aspectos de todo esto, las mujeres históricamente han sido expertas.

Sin embargo, eso no quiere decir que todo el mundo tenga que emprender, evidentemente. 

Gina Planas:

A partir de aquí, Andrea, bienvenida. ¿Cómo lo ves desde tu experiencia profesional en Tandem Social y después de haber acompañado a estas iniciativas? ¿Estás de acuerdo con lo que ha dicho Ernest?, ¿añadirías algún aspecto clave?

Andrea Balletbó:

Hola, buenos días a todas y mil gracias por invitarnos a participar en este espacio.

Pues desde Tandem Social hemos tenido la oportunidad, en los últimos 10 años, de participar en el diseño e implementación de programas de apoyo y fomento del emprendimiento en el marco de la ESS y, concretamente, en servicios dirigidos a mujeres, tanto en el ámbito catalán como español. Eso nos ha dado una visión bastante precisa de las necesidades de las participantes en el proceso de emprender, que Ernest ha descrito perfectamente.

Como sociedad, de hecho, tenemos muchos retos por delante en el camino de la igualdad de género, como por ejemplo la desigualdad en un aspecto de la vida que es fundamental para el bienestar de las personas, los cuidados y, en general, las tareas reproductivas.

Gina Planas:

Para que todo el mundo lo entienda bien, ¿a qué te refieres con tareas reproductivas?

Andrea Balletbó:

Llamamos tareas reproductivas a aquel conjunto de actividades que no están remuneradas y que están relacionadas con el trabajo doméstico, con la atención y el cuidado de las personas. 

Estas actividades siguen siendo un elemento que recae sobre todo en la figura femenina. De hecho, la Encuesta del uso del tiempo de la Generalitat informa de que las mujeres dedican por término medio prácticamente el doble de tiempo diario al hogar y la familia en comparación con los hombres. Realmente es un dato muy preocupante. Pero lo que no dice la encuesta es qué consecuencias psicológicas tiene este hecho. Hay autoras que hablan de la cuádruple jornada de las mujeres: el trabajo profesional, el trabajo doméstico, el trabajo emocional y la gestión mental de todo ello. 

En estos programas nos encontramos mujeres que soportan una carga mental y emocional muy elevada, demasiado elevada. Si a eso le sumamos que ya, de partida, por el simple hecho de ser mujeres, se encuentran con más obstáculos en el proceso de emprendimiento, más dificultados de acceso a la financiación, la falta de referentes femeninos, la presión de ser comparadas con el estereotipo de emprendedor hombre blanco agresivo y ambicioso; todo ello, pues, hace que el camino, que ya es muy duro, acabe convirtiéndose en una hazaña prácticamente titánica.

Durante el desarrollo de estos programas, damos mucha importancia, por lo tanto, a compartir los obstáculos y a generar red para superarlos a través de sesiones de coconstrucción que nos permiten, a partir de la comunidad de mujeres, construir autoconfianza, autoestima y soluciones concretas para los diferentes procesos emprendedores. 

Están 100 % enfocadas a la práctica. No nos quedamos en el debate o en el mero hecho de compartir, sino que a partir de aquí aportamos entre todas propuestas concretas para implementar en cada caso. 

Gina Planas:

Es evidente que nos enfrentamos a muchos retos, pero también nos puedes hablar... Porque imagino que existen muchas oportunidades que poseen las mujeres en el ámbito del emprendimiento, que seguro que serán muchas y son evidentes, también, ¿no?

Andrea Balletbó:

Efectivamente. Efectivamente, las mujeres tenemos un rol fundamental en el ámbito del emprendimiento, que es imprescindible que impregne las empresas y organizaciones en general. Nuestro talento para empatizar, nuestra habilidad para gestionar varias cosas simultáneamente, la capacidad de esfuerzo y superación, la necesidad de poner la vida en el centro, nuestra inclinación a la cooperación... Aunque en parte son herencias de la sociedad patriarcal, al mismo tiempo resultan elementos clave para impulsar y gestionar iniciativas socioeconómicas. 

A menudo nos falta el convencimiento propio de que somos tan válidas como cualquier otra persona para sacar adelante lo que nos propongamos y dejamos que toda esta carga histórica nos diga lo contrario, pero tenemos multitud de ejemplos en la ESS de proyectos socioempresariales impulsados y gestionados por mujeres que son todo un éxito. Este es otro de los elementos que incorporamos a los programas: identificamos iniciativas que inspiren a las participantes, tanto en el modelo de sostenibilidad como con la propia figura de la emprendedora o emprendedoras que las han impulsado. Compartimos retos, buenas prácticas, casos de fracaso para aprender las unas de las otras y coger impulso y promover la intercooperación, que cuando ves que alguien semejante a ti ha podido llegar hasta donde tú quieres llegar, la motivación se multiplica, vamos.

Gina Planas:

Nos lo tenemos que creer más, un poco, las mujeres.

Ernest, por si alguna mujer o futura emprendedora nos está escuchando, qué esperamos que sea así, ¿qué tiene que hacer para apuntarse a uno de estos cursos o a uno de estos programas?

Ernest Pons:

Pues, en todos los programas, que envíen su candidatura cuando se abre la convocatoria, antes del inicio de cada edición, y los criterios de selección dependen de cada programa. Por ejemplo, en el caso del Camino y el Construimos, que hemos comentado ahora y que están dirigidos a mujeres con las diferencias que hemos explicado para cada programa, y en el caso del Reimaginemos sabemos que es un programa abierto tanto a mujeres como a hombres de organizaciones, de empresas ya en funcionamiento que quieran revisarse y testear cambios. Pero para concretar criterios y otras dudas conviene informarse en la web o participar en sesiones informativas que ofrecemos y que anunciamos también en el boletín mensual de economía social y solidaria.

Gina Planas:

Pues queda anotado y para finalizar esta primera sección y dar paso a las participantes de las últimas ediciones del Camino y del CoFem, ¿queréis añadir alguna otra reflexión?

Andrea Balletbó:

Pues mira, sí. Yo aprovecharía para compartir con vosotros un último convencimiento: el emprendimiento del presente y del futuro o será feminista o no será. Es imprescindible que las empresas, las organizaciones, las instituciones públicas y la sociedad en general incorporemos el feminismo y los cuidados como eje transversal y estratégico.

Una anécdota personal para ilustrar lo que estoy diciendo. A principios de mes acompañé a mi hijo pequeño al periodo de adaptación de educación infantil y charlando con otras madres, porque la gran mayoría éramos madres, la verdad es que me enojó como explicaban que sus jefes, que eran hombres, no les habían permitido flexibilizar el horario laboral para poder atender este proceso, que es tan importante en la vida de un niño. «A mi jefe no le gustan las vacaciones, no le gustan las bajas ni los permisos...», comentaban. La vida reproductiva y la productiva tienen que ser estratégicamente construidas como un todo y no nos podemos ni tenemos que permitir supeditar la una a la otra.

Yo, una de las cosas que más valoro, como mujer también de Tandem Social es que tenemos facilidad horaria total. Por supuesto que debemos dar respuesta a las necesidades de nuestras colaboradoras, que para eso estamos, pero cada trabajadora se organiza su propia agenda y si en algún momento hay alguna incompatibilidad para conciliar la vida profesional con la personal, pues nos procuramos organizar como colectivo para dar respuesta a todo ello. 

Gina Planas:

Un buen ejemplo que seguir por muchas cooperativas y también empresas. Ernest, ¿quieres añadir alguna reflexión final?

Ernest Pons:

Pues en línea con lo que comenta Andrea, creo que uno de los retos de la ESS, pero también de las administraciones públicas a otro nivel, es asegurar que llevamos a la práctica el discurso de los cuidados, y así intentar evitar la autoprecarización, y no hablo solo en términos de remuneración. Por eso es tan importante encontrar herramientas, mecanismos y espacios para ir revisando y trabajar el equilibrio entre las diferentes dimensiones de emprender o de hacer empresa y no solo en la vertiente económica. Tiene que poder ser sostenible con las realidades y necesidades vitales de cada persona.

Y finalmente, para mí, otra cuestión es cómo incorporar y trabajar ciertos valores o enfoques feministas en los hombres de la ESS, que es todo un reto que también tenemos nosotros en los recursos mixtos que impulsamos, como el programa Reimaginemos, que acaba de empezar en septiembre y que mencionaba antes.
Esto es importante para asegurar la perspectiva feminista, que comentaba Andrea anteriormente, en sectores con menor presencia femenina como punto estratégico de empresas y organizaciones. No solo en las que se definen así o que están completamente integradas por mujeres. 

Gina Planas:
Pues nos quedamos con este mensaje esperanzador: que entre todos, colectivos, organizaciones, sector público y empresarial, vayamos incorporando esta perspectiva feminista porque, como decía Andrea, el emprendimiento del futuro será feminista o no será.
Muchas gracias, Ernest y Andrea, por explicar vuestras experiencias y reflexiones, y pasamos ahora el micrófono a Ernest, que toma el relevo para conducir el espacio de la tertulia.

***

Ernest Pons:

Muchas gracias, Gina. 

En nuestros programas, como valor diferencial respecto de la economía más mercantil, hemos profundizado en la dimensión organizativa. Eso incluye tanto elementos estratégicos de gobernanza, toma de decisiones, etcétera, como otros en una dimensión más de cuidados del día a día para hacer que el trabajo sea compatible, y sobre todo sostenible, con el resto de las esferas de la vida, y a un nivel más práctico y operativo, también, con el fin de organizar el trabajo de forma óptima.
Todo se interrelaciona y aquí encontramos que está la clave de la supervivencia a largo plazo de cualquier iniciativa de la ESS y también de pequeños proyectos dentro de la economía convencional. Asimismo, está la necesidad de establecer redes, inherente a la economía social y solidaria, como estrategia a partir de la cual crecer y sostenerse en una economía y una sociedad donde será más difícil hacerlo sola.

Por ello tenemos la suerte de contar con el testimonio de tres exparticipantes de programas que nos pueden explicar en primera persona su experiencia. En primer lugar, tenemos a Cristina, de Ökollective, iniciativa que hizo el programa "Construimos en femenino". 

Cristina Clemente:

Hola, bon dia, Ernest. 

Buenos días. Bueno, nosotras somos Claudia y Cristina. Somos un estudio de diseño y proyecto para la transformación en el sector de la moda, ya que nosotras venimos de trabajar por muchos años en este sector de la manera tradicional, hegemónica y patriarcal. Al final es una es una manera de trabajo que vemos que es débil y no se sostiene a la larga.

Nosotras hemos planteado desarrollar un proyecto en el que tenemos varias líneas de actuación. Una serían los talleres, en los que damos tips y ayudamos a la gente a transformar y reparar sus prendas para alargar el uso de ellas. Luego, por otro lado, queremos trabajar con marcas de moda para que ayudarles a derivar los residuos textiles, ya que en el futuro inmediato va a estar prohibido el desecho de los mismos. Y también queríamos ayudarles a implementar programas de reparación en el que queremos que participen talleres sociales, que hay unos cuantos por ejemplo en Barcelona, y nos encantaría trabajar en colaboración con ellos. Ya hemos estado hablando y sería uno de los futuros que nos encantaría.

Lo siguiente que también queremos hacer es nuestra propia marca de ropa, siempre a partir de residuo textil y un poco para dar a conocer todas las posibilidades que tiene el mismo.

Ernest Pons:

Contamos con otra Cristina, una de las impulsoras del Club Amica, que también participaron en el programa "Construimos en femenino" de este año. Hola.

Cristina Gómez:

Hola, Ernest. 

Pues sí, soy la otra Cristina y junto con mi socia Charlie, que hoy no ha podido venir, tenemos un emprendimiento que lanzamos en plena pandemia, que… bueno, siempre nos reímos un poco porque decidimos lanzar un club social y terapéutico en plena pandemia cuando no nos dejaban reunirnos. Pero bueno, este proyecto ha sobrevivido en estos años.

El proyecto nace como una propuesta colectiva a partir de unas necesidades y unos sueños que eran muy personales, pero que finalmente nos dimos cuenta de que son compartidos por muchas mujeres, que es el poder tener un espacio seguro y exclusivo para nosotras donde podamos compartir, crecer, sanar, aprender, y también donde nuestras formas de hacer, nuestros ritmos, nuestras necesidades, sean prioridad y sean tenidas en cuenta.

Amica lo que es… Amica no es un centro de terapias únicamente, sino que somos una comunidad colaborativa en constante crecimiento, que ofrece productos y servicios que son variados pero que se relacionan todos con la salud y el bienestar femenino, y lo que queremos es promover y dar importancia a los cuidados y en especial al autocuidado.

Ernest Pons:

Muchas gracias. 

Y finalmente tenemos a Andrea, de Metzineres. 

Andrea Gaetano:

Hola, ¿cómo estás?

Soy de Metzineres. Metzineres es la primera cooperativa sin ánimo de lucro dirigida a mujeres cis, trans y personas de género y no binario, siempre y cuando no se identifiquen como hombres, que usan drogas y sobreviven en situaciones de múltiples vulnerabilidades y violencias.

Metzineres surge a partir de la XADUD, que es la Red de Mujeres que Usan Drogas, a partir de una investigación en el año 2016. Y se juntaban por las tardes para charlar sobre necesidades, demandas de las mujeres usuarias de drogas, y a partir de eso empiezan a surgir determinadas necesidades, que es lo que hoy se convierte en Metzineres. O sea que le 2017, a partir de eso empieza el proyecto de Metzineres.

Desde el año 2020 somos cooperativa. Durante todo este tiempo hemos intentado construirnos y potenciarnos como cooperativa de mujeres. Las trabajadoras también somos todas las mujeres, y cuando hablo de mujeres estoy incluyendo no binaries y cualquiera que no se identifique como hombre.

Actualmente Metzineres se despliega a través de entornos de cobijo. Todo esto que, de nuevo, surge desde la XADUD en el año 2016/2017, estos entornos de cobijo incluyen determinados aspectos holísticos e intervinculados en donde se despliegan las mujeres en función de sus deseos y necesidades. Algunos son de cuidado, otros de activismo, otros de acción comunitaria, otros de arte… Ahí surgen talleres productivos, en donde algunos están dados por las propias mujeres participantes de Metzineres como una forma primera de inclusión laboral. Dentro del equipo de Metzineres estamos varias profesionales, también están incluidas participantes con tareas remuneradas a 38 horas y media, igual que todo el resto, lo cual se hace superinteresante porque es como profundizar y trabajar entre pares, con un engranaje entre pares que es superinteresante y enriquecedor para todas las partes. Muchas de nosotras que somos profesionales no tenemos experiencia de vida, y estas mujeres lo que hacen es aportar todos los conocimientos, porque al final son ellas las que saben más de sus propias realidades, de la forma de resolver los conflictos, y tienen herramientas que normalmente las profesionales no tenemos. 

Entonces ahí, en todo ese combo de abordaje holístico para mujeres, existe Metzineres, que estamos en cambio constante porque todo el tiempo estamos modificándonos según las necesidades, pero con objetivos muy claros, con una misión, visión y valores superespecíficos que vamos a por ellos. Y una de las cosas principales que tiene esto es el romper el estigma y la discriminación, y a partir de ahí trabajamos. 

Ernest Pons:

Muchas gracias a las tres por explicaros. Como veis, como escucháis, se trata de tres ejemplos muy diversos, pero todos ellos con el denominador común de buscar la transformación social, y esto nos lleva también a preguntaros qué os ha aportado, qué os aportó el programa en el que participasteis, teniendo presente tanto lo que explicabais ahora como también esta mirada sobre emprendimiento femenino que comentábamos al principio del pódcast, y verlo con ejemplos concretos. ¿Cristina? 

Cristina Clemente:

Bueno, nosotras nos acercamos al Construïm en Femení principalmente porque el Construïm en Femení nos parecía interesante ya solo por el nombre y además pensamos que podrían darnos las claves para poder desarrollar el proyecto que teníamos en mente, y la verdad es que así ha sido.

De momento estamos con forma jurídica cooperativa sin ánimo de lucro también integrada en economía social y solidaria, y la verdad que no encontrábamos otra manera que nos identificara más con los valores y demás. Por otro lado, pues esto: la mirada feminista, que no la habíamos contemplado. Y te pongo un ejemplo: nosotras ahora tenemos prácticamente tres meses de vida y Claudia es madre y nos surgen estas necesidades de cómo lo hacemos a nivel horarios y a nivel conciliación. Es un poco a través del programa que hemos aprendido también que se pueden hacer otras maneras y la verdad es que nos está funcionando.
Y bueno, paso la palabra.

Ernest Pons:

Muchas gracias por explicar el caso.

Cristina Gómez:

Bueno, en nuestro caso el Club Amica creo que desde que surgió en 2020 ya tenía completamente integrada esta mirada de construir en femenino, entonces más bien cuando nos enteramos de que existía este programa, que se llamaba así, era como que estaba hecho para nosotras. Lo sentimos así.

Lo que nos aportó más que nada fue poder bajar a tierra y poder ordenar todas las ideas que teníamos. Era como un proyecto muy ambicioso y no sabíamos cómo aterrizarlo, y nos dieron muchas herramientas ahí y nos hicieron reflexionar sobre muchos aspectos en los que no habíamos podido profundizar antes y hacer un trabajo de ver de qué manera poder hacer este proyecto viable y sostenible sin tener que perder la esencia.

Ernest Pons:

Y Andrea, tú que formas parte de una cooperativa como Metzineres, que está integrada por mucha más gente, que hicisteis en su momento el "Camino de la solidez" y que, de hecho, ahora estáis realizando otro programa, que es el Reimaginemos, ¿qué nos puedes comentar?

Andrea Gaetano:

Bueno, para Metzineres fue superimportante, empezando por el Camí de la Solidesa, que creo que el primero con el que tuvimos acercamiento con Barcelona Activa, fue importante porque nos dio herramientas para poder estructurar algunas cosas, como por ejemplo la misión, visión y valores, como poder empezar a pensarlo en forma de organización como cooperativa propia y poder trabajar diferentes herramientas para poder incorporar en el día a día con las mujeres participantes.

Ya desde ahí, desde la construcción de la cooperativa estuvo atravesada completamente por el Camí de la Solidesa, que fueron los que nos dieron las herramientas, el impulso… Venimos desde muy lejos, o sea, al venir desde la XADUD venimos como de las bases y fue muy clave para el desarrollo de Metzineres en su momento la participación en este programa. Además, la red que se pudo establecer con otros colectivos, con otras cooperativas, también aportan muchísimo e intentamos siempre trabajar para poder potenciarnos dentro del marco de la economía social y solidaria. Entonces, en ese sentido es siempre un gran apoyo conocer y trabajar con aliades que acompañan determinados caminos.

Y bueno, ahora estamos en este proceso también como de asesoramiento, de poder mejorar determinadas cosas, de crecimiento como cooperativa también, es decir, en los últimos años crecimos un montón en la cantidad de trabajadoras, en la cantidad de personas que estamos incorporados en la cooperativa. Y eso es gracias al apoyo de estos programas.

Y un poco sobre lo de la mirada de por qué organizaciones feministas, porque es clave, me parece, poder tener este tipo de mirada para poder trabajar, que espacios masculinizados hay un montón, y un poco la apuesta es poder cuidar estos espacios que no son masculinizados y que se intentan preservar y trabajar desde el feminismo interseccional. 

Ernest Pons:

Muchas gracias. Creo que ha quedado muy claro. 

Brevemente, si podéis también explicar cuál es, según vuestra opinión, ahora vuestro reto principal. O sea, ¿a partir de ahora, hoy día, qué pasa, qué afrontáis? Ya que estábamos contigo, Andrea...

Andrea Gaetano:

Uno de nuestros retos principales es poder terminar con el estigma y la discriminación apostando por mundo donde el feminismo interseccional sea lo que funcione, y el cooperativismo y la economía social y solidaria como a nivel muy macro es la apuesta principal. 

Después si queremos hablar de misión específica de Metzineres, ya ahí te podría ser más precisa. Eh… un segundo…

Ernest Pons:

Si os parece, también para ir alternando e ir siguiendo el debate, si Cristina desde Club Amica nos puedes decir ¿qué crees que tienes ahora como reto en el futuro inmediato?

Cristina Gómez:

Sí, bueno, tenemos muchísimos retos. 

A ver, Amica aunque empezó en 2020 ha ido muy despacio, pero creo que parte de ese ritmo ha sido bueno, porque estamos trabajando en femenino, porque estamos construyendo todo de una forma en la que se respetan también nuestras vidas y nuestras necesidades personales, en donde también priorizamos cómo nos sentimos en cada momento y nuestra vida familiar, las necesidades de nuestros hijos, etcétera. Entonces, vamos al ritmo que vamos, respetándonos mucho, y el reto para nosotras concretamente es el de poder seguir este proyecto y meterle ahí todas las horas y toda la energía que requiere y compatibilizar eso con nuestras vidas, que seguimos siendo madres, seguimos siendo trabajadoras y seguimos teniendo unas responsabilidades a las que no podemos renunciar, y ver cómo hacemos para poder con todo al mismo tiempo.

Cristina Clemente:

En nuestro caso, ahora mismo el reto, por un lado, es que el proyecto sea sostenible, o sea, que podamos mantener unos salarios dignos y no precarios. Eso por un lado. Por otro lado, queremos trabajar con empresas de moda e introducirles en el mundo circular, sostenible… Y claro, el verdadero reto es este, porque al final está todo como muy ya estereotipado y ya tienen un funcionamiento, pero nosotros intentaremos de alguna manera que surjan cambios y… bueno, eso es el mayor reto, y cuando consigamos un contrato con una empresa importante será como una celebración máxima. 

Ernest Pons:

Gracias. Recordamos que en Ökollective estáis en un sector como el textil.

Cristina Clemente:

Sí, exactamente.

Ernest Pons:

Que no es cualquier sector.

Recuperamos la charla con Andrea, de Metzineres.

Andrea Gaetano:

Sí, perdón.

Bueno, un poco la misión de Metzineres es promover comunidades que garanticen el pleno acceso a los derechos, bienestar y placer de las mujeres, rompiendo y trabajando todo el tiempo contra el estigma y la discriminación como fundamentales… como pilares fundamentales en lo que es Metzineres. Después el resto es un poco eso: que el mundo se maneje desde el feminismo y la economía social y solidaria.

Ernest Pons:

Y, por último, y ya que en estos programas también hemos hablado de la relevancia de formar parte de un grupo que consideramos que puede empoderar a las participantes, ¿cuál opináis que es la importancia de haber creado, o si conseguisteis crear comunidad con el resto de los participantes, o qué creéis que os pudo aportar en su momento?

Cristina Clemente:

Bueno, el hecho de participar en un programa como este, de estar rodeada de mujeres con todas sus preocupaciones, con todos sus proyectos, con todas sus ilusiones, crea unas sinergias y crea un ambiente bastante agradable. Te das cuenta de que no estás sola, ¿no?

Entonces, un poco conociendo estos casos cercanos más todos los que existen dentro de la economía social, que son muchísimos y… bueno, cada vez que conocemos uno, nos enamoramos. Nos hemos dado cuenta de que solo de manera colectiva podremos lograr el cambio. 

Ernest Pons:

Cristina, ¿quieres añadir algo más? ¿En vuestro caso...?

Cristina Gómez:

Bueno, yo es que no participé presencialmente en las clases, entonces me perdí un poco esa parte, pero las pocas veces que coincidimos pude notar esto, esta energía y esta vibra y este buen rollo. Y ver que esto es real, que no es una utopía, el podernos ver a las otras como compañeras o como posibles colaboradoras, como amigas o como gente que está compartiendo un camino contigo, aunque esté haciendo un proyecto totalmente diferente. Al final sientes que con todas hay admiración, hay respeto.

Y esta cosa de ver todo como competencia y al otro como un peligro, como un enemigo, como «me va a quitar algo»… Esto se desmonta. O sea, cuando ves cómo se dan las relaciones y las dinámicas, te das cuenta de que es totalmente viable, no es una utopía.

Ernest Pons:

Y Andrea, ¿en vuestro caso en Metzineres?

Andrea Gaetano:

Bueno, coincido un poco con las compañeras de la mesa en este momento, pero es clave el vínculo con otras con otras organizaciones similares y también desde el feminismo, porque impulsar juntas siempre es mejor apostando por un mundo un poco más feminista. En ese sentido es como clave y me parece importantísimo para todos los espectros de la construcción colectiva.

Ernest Pons:

Pues muchas gracias. 

Agradecemos a Cristina, a Andrea y a Cristina haber dedicado un tiempo a conversar con nosotros y también compartiros que estamos muy contentos y contentas de poder acompañar a iniciativas tan potentes como Metzineres, Ökollective o Club Amica y muchas otras que están recibiendo acompañamiento y con voluntad de poder demostrar que la economía social y solidaria es una realidad.

Cristina Clemente:

Muchas gracias y nos vemos en la economía social.

Cristina Gómez:

Gracias. 

Andrea Gaetano:

Gracias por todo.

***

Gina Planas:

Hoy hemos reflexionado sobre qué significa emprender desde el punto de vista femenino y hemos abierto un debate muy interesante sobre las diferencias de hacerlo dentro del ecosistema de las economías sociales y solidarias versus la economía convencional. También hemos hablado de los servicios que se ofrecen de forma gratuita desde Barcelona Activa para ayudar a todas las mujeres a emprender, así como para incorporar la perspectiva feminista a todas las organizaciones.

Solo nos queda daros las gracias a todos y a todas las que habéis participado en este capítulo y también a todos vosotros que nos estáis escuchando, tanto a los que nos escucháis por primera vez como a los que ya empezáis a sernos fieles.

Esperamos que hayáis disfrutado de las experiencias compartidas. Os recordamos que podéis seguir Las voces de la economía social y solidaria a través de SoundCloud o bien a través de la propia web de Economía Social y Solidaria. También os animamos a suscribiros a nuestro boletín mensual, donde encontraréis el enlace al descriptivo del pódcast para estar siempre al día de los plazos de las ayudas y de los programas municipales y las actividades que se ofrecen desde el Ayuntamiento de Barcelona. 

Os esperamos en el próximo episodio.

¡Hasta pronto!