El Ayuntamiento de Barcelona, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la Generalitat de Catalunya, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) y el Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC) han suscrito hoy el protocolo general de actuación para impulsar la candidatura de Barcelona como sede del Congreso Mundial de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y Capital Mundial de la Arquitectura UIA-Unesco en el 2026. Una competición en la que se enfrenta a Pekín y que se resolverá, a finales de julio, en el marco de la Asamblea General de la UIA, en Río de Janeiro, Brasil.
En el documento, las partes firmantes reconocen el valor de la arquitectura y de la planificación urbana como factores de calidad de vida y de sentido de pertenencia social y cultural, así como parte fundamental del derecho de la ciudadanía a un entorno urbano de calidad donde poder desarrollar su proyecto vital. De este modo, muestran su apoyo decidido a una candidatura que —coinciden— puede constituir una “gran oportunidad” para fortalecer el papel de la ciudad de Barcelona, de Cataluña y de España como centros de producción y pensamiento de la arquitectura y del diseño urbano contemporáneos, profundizando en su capacidad para transformar y mejorar la vida de las personas.
La segunda teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, ha remarcado: “Barcelona ha sido y es un referente en urbanismo y arquitectura de manera sostenida a lo largo del tiempo: la ciudad que sabe adaptarse a las nuevas necesidades“. Para Sanz, lo demuestran proyectos como las supermanzanas, las pacificaciones, los nuevos corredores verdes o el urbanismo de género. “Queremos ser capital mundial de la arquitectura para mostrar nuestro compromiso con esta arquitectura más social, sostenible y saludable y liderar los retos que afrontan las ciudades hoy en día”, ha asegurado.
Los congresos de la UIA se celebran desde 1948 y, en cada ocasión, su objetivo es abordar los retos que afronta la sociedad desde el conocimiento riguroso que aportan los profesionales de la arquitectura. Barcelona ya acogió, en 1996, el congreso mundial con el título de “Presente y futuros: arquitectura en las ciudades, con un éxito rotundo de público e impacto internacional. Justo treinta años después, la celebración de la capitalidad mundial de la arquitectura supone la oportunidad de dar forma a un nuevo acontecimiento de repercusión internacional, concebido como un espacio de debate del que surjan propuestas concretas para mejorar la calidad urbana de la ciudad y, por extensión, la calidad de vida de su ciudadanía.
En la carrera hacia la designación de Barcelona, el 25 de enero de 2019, el Ayuntamiento expresó, a través de una declaración institucional, su voluntad de presentar la candidatura para que la ciudad se convirtiera en Capital Mundial de la Arquitectura de la Unesco en el 2026. Una designación que está vinculada, de manera indisociable, a la celebración del Congreso Mundial de Arquitectura de la UIA. Como representante de España ante la Unión Internacional de Arquitectos, el CSCAE elevó formalmente la propuesta, y a partir de este momento, el Ayuntamiento de Barcelona, el COAC y el CSCAE han trabajado conjuntamente para presentar el expediente de oferta y el dosier definitivo de la candidatura.
En enero del 2020, Barcelona fue nombrada oficialmente, por parte de la UIA, ciudad candidata con una única rival, la ciudad china de Pekín. Ahora, las instituciones acaban de ultimar la presentación de la candidatura, que se defenderá dentro de un mes en Río de Janeiro.