El manifiesto de este año reclama la lucha diaria por una vida libre de violencias machistas y pone el énfasis en las formas de violencia que incorpora la Ley 17/2020, del 22 de diciembre, que modifica y amplía la Ley 5/2008, del 24 de abril, del derecho de las mujeres a erradicar la violencia machista:
- La violencia obstétrica y la vulneración de derechos sexuales y reproductivos,
- La violencia de segundo orden, ejercida contra las personas que dan apoyo a las víctimas de violencia machista.
- La violencia vicària.
- La violencia digital.
La mencionada modificación de la Ley también reconoce diversos ámbitos en que se produce la violencia machista: la violencia en el ámbito de la vida política y la esfera pública de las mujeres y la violencia en el ámbito institucional.
Finalmente, el manifiesto destaca el impacto y la indignación que producen las violencias sexuales: “Desde aquí, hoy, 25 de noviembre, queremos reiterar todo nuestro apoyo y nuestra empatía a las supervivientes y su entorno. No podemos seguir consintiendo que las mujeres vivan con miedo, con la libertad coartada por la amenaza de unas agresiones sexuales que ya tendrían que estar desterradas de una sociedad democrática y libre. Las violencias sexuales atentan contra el principio de libertad individual” Una fecha por reivindicar y para recordar El 25 de noviembre fue declarado Día Internacional contra la Violencia de Género durante el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá (Colombia) el año 1981.
En este encuentro, las mujeres denunciaron la violencia de género en el ámbito doméstico y la violación y el acoso sexual en el ámbito de los gobiernos, incluyendo la tortura y los abusos que sufrían muchas prisioneras políticas.
Se escogió este día para conmemorar el violento asesinato de las hermanas y activistas políticas Minerva, Patria y Maria Teresa Mirabal, asesinadas por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana mientras iban a Puerto Plata a visitar sus maridos aprisionados el 25 de noviembre de 1960. Sus cadáveres destrozados aparecieron al fondo de un barranco.
Adela (‘Dedé’) Mirabal fue la única hermana que sobrevivió y murió en el 2014 en Bélgica a los 88 años. Para el movimiento popular y feminista de la República Dominicana, históricamente, estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia. En 1999, la ONU dio carácter oficial a esta fecha.