La propuesta presentada responde al modelo Supermanzana Barcelona, favorece los usos ciudadanos, la vida de barrio y el comercio local y supone el inicio de un nuevo planteamiento para todas las rondas de Ciutat Vella. La transformación de la ronda comportará varios cambios destacados, como los siguientes:
- Pacificación del espacio: el asfalto y la circulación de coches desaparecen para dar paso a un pavimento continuo de piedra natural y de fachada a fachada.
- Más verde: se proyectan más de 1.800 m2 de verde urbano y unos 160 árboles, de los que cerca de cincuenta son nuevos. Se colocan alcorques y parterres más grandes para árboles, arbustos y flores, mayoritariamente entre Floridablanca y Villarroel, donde, como no hay metro en el subsuelo, se puede plantar.
- Zonas de estancia y de juego, para llenar de vida la calle y recoser los barrios de Sant Antoni y el Raval. La plaza del Pes de la Palla se reforma para convertirse en un espacio con una superárea de juego.
- Carril bici: se consolida el que actualmente ya funciona de facto en la ronda.
- Espacios de carga y descarga, que funcionen durante ciertas horas del día, como en el caso de los ejes verdes, y que el resto del día puedan ser espacios de estancia.
- Transporte público: se prevé que haya un carril bus exclusivo de bajada solo desde Villarroel hasta Comte d’Urgell, de manera que entre Floridablanca y Villarroel el espacio quede completamente pacificado.
La retirada de la losa, el primer paso
En noviembre empezaron los trabajos para retirar la losa de la ronda de Sant Antoni, una plataforma de hormigón donde se ubicó el mercado municipal provisional. Está previsto que la actuación esté terminada en marzo y que se invierta en ella cerca de un millón de euros.
Éxito de las actividades de dinamización ciudadana
Desde el verano pasado la ronda de Sant Antoni se ha llenado de juegos y actividades para todos los públicos gracias a un proyecto de dinamización que ha tenido un gran éxito de acogida: han participado 35.358 personas desde el 23 de junio.
El proyecto ha cumplido los objetivos y ha permitido dotar el espacio de la losa de usos sociales y comunitarios y convertirlo en un punto de referencia de ocio inclusivo, saludable, intergeneracional y multicultural.
Las actividades han permitido promover la relación entre el Raval y Sant Antoni y consolidar una dinámica de vecinificación de cara a la futura transformación del espacio, cambiando el imaginario colectivo que los vecinos de los barrios limítrofes tenían sobre la losa.
Ahora, cuando empiecen las obras de retirada de la losa, los chiringuitos se retirarán y se detendrán las actividades organizadas. Cuando se terminen estos trabajos, a partir de marzo, volverán las propuestas lúdicas y culturales de calidad abiertas y gratuitas para la ciudadanía.