Este domingo la plaza de Catalunya ha vivido una experiencia difícil de olvidar: una macrocalçotada en la que más de mil personas han reclamado seguir avanzando hacia la soberanía alimentaria. Una muestra del campo, organizada por la plataforma Ruralitzem – Veus per a la Sobirania Alimentària, donde una veintena de puestos, talleres, mucha música en directo, mesas y, sobre todo, las brasas han sido los protagonistas, con unos 18.000 calçots de kilómetro cero cocinados.
Del campo a la ciudad
“Hemos traído el campo a la ciudad porque la ciudad no puede seguir dándole la espalda”, explica Arnau Montserrat, portavoz de la plataforma, y añade: “En un contexto de emergencia climática e hídrica como el actual, desde la ciudad tenemos que hacernos responsables de dónde producimos los alimentos y favorecer al campo”.
Entre otras reivindicaciones, la plataforma ha hecho un llamamiento a la necesidad de mantener el territorio agrario que todavía queda en torno a Barcelona y recuperar el campo del Baix Llobregat, el Maresme y el Vallès.
Entre 1990 y el 2012, Barcelona perdió casi el 50 % de la superficie agrícola, pero si se quiere “virar hacia un sistema alimentario sostenible, saludable, justo y de proximidad es indispensable recuperarlo”, destacan desde la plataforma.
Un escenario simbólico: la plaza de Catalunya
Con respecto a la cita de este año, es importante destacar también la ubicación. La elección no ha sido fortuita, al contrario. La plaza de Catalunya tiene una carga simbólica muy relevante y la organización era consciente.
Según Montserrat, “Barcelona ya es más una macrometrópolis que una ciudad y tiene un metabolismo insostenible. Si algún lugar representa al máximo esta metrópolis, es la plaza de Catalunya”.
Referentes internacionales
Finalmente, de la jornada también hay que destacar la participación de referentes del sector agroecológico internacional que no se han querido perder la cita. Entre ellos, el director general de la World Farmers Market Coalition, Carmelo Troccoli, o la coordinadora de la red de mercados agrícolas Slow Food Internacional, Elena Sandrone, con quien se ha podido compartir muchos de los retos del sistema alimentario y, en especial, reflexionar acerca de las cadenas de comercialización del pequeño sector agrario.
Una red para reclamar un cambio
La organizadora del encuentro, la red Ruralitzem – Veus per a la Sobirania Alimentària, aglutina a todas las entidades referentes del movimiento agroecológico de Barcelona y, desde el otoño del 2021, trabaja para dar a conocer las diferentes voces y reivindicaciones de la ciudad en torno a la soberanía alimentaria, generar debate y fomentar transformaciones en la ciudad.
Este año, gracias al apoyo económico que ha recibido del programa “Impulsem el que fas”, de Barcelona Activa, desde la red se ha trabajado para consolidar la plataforma Ruralitzem, un espacio para la visibilización de proyectos agroecológicos, pero también para continuar su labor de incidencia política.
La nueva convocatoria de este programa de ayudas está abierta y, hasta el 11 de mayo, las organizaciones con proyectos de alimentación sostenible pueden presentar su solicitud.