El puerto, las murallas o los barrios de la ciudad como nunca los habías visto. Gracias a una selección de grabados, dibujos y pinturas del Archivo Histórico, podrás redescubrir Barcelona desde diversas perspectivas. ¡Y siempre desde las alturas!
La primera panorámica de Barcelona
En la ciudad alemana de Colonia se imprimió, en el año 1572, la que es considerada la primera visión de conjunto de la historia de la ciudad. Durante las décadas posteriores, muchos impresores europeos reprodujeron la misma imagen con pequeñas variaciones. Se pueden distinguir perfectamente las dos cintas de murallas medievales, así como algunos de los edificios más destacados de la ciudad, como Santa Maria del Mar o los Astilleros.
Vistas marineras
El puerto de Barcelona ha sido, a lo largo de la historia, la puerta de entrada de pasajeros, mercancías e ideas. Pero reconstruirlo mentalmente tal como era hace muchos siglos no es tarea fácil. Gracias al grabador francés Jean Boisseau podemos eliminar mentalmente los edificios contemporáneos del puerto, el Maremágnum y la ampliación de los muelles, observar la actual Torre del Reloj con su aspecto original o imaginar cómo eran los baluartes de la muralla de mar antes de ser derribada. Una curiosidad: fijaos en los molinos que recorrían la Acequia Condal junto al Portal de Mar.
Montjuïc, un mirador con historia
Si un punto elevado de Barcelona resulta ideal para fijarse y maravillarse con la skyline de la ciudad, éste es Montjuïc. Pero bien diferente debió ser, especialmente, el aspecto que presentaba la falda de la montaña. Aún con restos de la muralla que recorría la actual Avenida del Paral·lel, en lo que hoy día es el barrio del Poble-sec las huertas, campos y conventos que perduraban a final del siglo XIX se resistían a la especulación constructiva, tal como indica el grabado de L. Gimeno y A. Navidad del año 1885.
Barcelona, ciudad estrellada
Ministro de Guerra de Luis XIV, Sébastien Le Prestre de Vauban cambió por completo la fisonomía de muchas ciudades europeas. Y es que la construcción de baluartes defensivos se puso al orden del día, y así lo hizo en la ciudad condal: desde la Ciutadella hasta las murallas, la forma de la ciudad se convirtió en estrellada. Es testigo la vista a vuelo de pájaro del pintor Onofre Alsamora Peracaula, justo en el momento del derribo de las murallas.
En vistas a la industrialización
La panorámica captada por Alfred Guesdon en 1856 desde la Estación de Francia nos muestra una visión cambiante de la ciudad. Si anteriormente Barcelona había sufrido una mutación con el derribo de las murallas medievales, ahora lo hacía con la construcción de nuevos edificios y elementos visuales vinculados con la Revolución Industrial: las chimeneas de ladrillo, las estaciones de ferrocarril y el humo de las fábricas acompañarían durante décadas las vistas de la ciudad.