En concreto, el acuerdo, que revisa un primer acuerdo que se firmó en el 2017, se concreta en 18 buenas prácticas en toda la ciudad para garantizar los objetivos siguientes:
- Mejorar la calidad de la experiencia del visitante y la imagen interna y externa de la ciudad.
- Valorar y difundir el trabajo que hace el colectivo de guías de turismo habilitados y acreditados por la Generalitat de Catalunya.
- Favorecer la convivencia con la población residente y la actividad económica local.
- Cuidar de los recursos turísticos y el espacio público de la ciudad.
Entre las actuaciones principales está la limitación de grupos turísticos en menos 30 personas y la adaptación de su tamaño a los espacios que visitan, así como la utilización de sistemas de radioguia o whispers y el compromiso de no utilizar megáfonos, para reducir el ruido y la contaminación acústica. Si las actividades de guiaje se hacen al transporte público colectivo, tendrá que ser siempre con el uso de radioguia o whispers y con el acuerdo de los operadores de transporte.
Por otra parte, se recogen criterios por garantizar los desplazamientos seguros y accesibles de los grupos, como la elección adecuada de los puntos de inicio, de paradas y de finalización de las rutas, la previsión de itinerarios de circulación y las áreas de descanso. Igualmente, se incluye desarrollar un plan de movilidad que ofrezca bastantes puntos de estacionamiento para subida y bajada de pasajeros próximos a los puntos de interés.
Las buenas prácticas prevén también el compromiso de no captar turistas en la vía pública y fomentar las visitas programadas y la compra anticipada de entradas como sistema para mejorar la seguridad pública y las condiciones de accesibilidad en la calle. Además, proponen evitar conductos irrespetuosas con el patrimonio arquitectónico y fijan la voluntad de los profesionales de mantener conocimientos actualizados sobre cuestiones como los recursos turísticos y el espacio público, además de las ordenanzas, la Ley de turismo, la preservación de la privacidad y la evitación de la exposición de menores y los valores de respeto, educación, convivencia y cordialidad, entre otros.
Medidas específicas para el distrito de Ciutat Vella
En los barrios del Gòtic, Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera y la Barceloneta, que tienen más densidad turística, se tomarán un conjunto de medidas específicas en microespacios que presentan más dificultad de encaje de la actividad del guiaje, como la limitación de quince personas en grupos con guiaje turístico.
Será obligatorio el uso de radioguías con el fin de reducir el impacto acústico. Además, en un total de 24 calles y plazas se establece un sentido único de circulación, como la plaza de Sant Felip Neri o la calle del Paraíso. Y en diferentes espacios o monumentos se definen aforos máximos deseables para poder hacer explicaciones in situ, que tendrán que ser breves en días de mucha afluencia de grupos, por ejemplo, en la plaza de Sant Jaume y la plaza Real el aforo se limita a ocho grupos y al paseo del Born en tres.
También se recogen otras recomendaciones, como las siguientes:
- Buscar ubicaciones más espaciosas para hacer explicaciones y evitar que todo el grupo se detenga ante monumentos o espacios muy concurridos, así como intentar evitar que coincidan los grupos. Dejar libre un mínimo del 50 % del ancho de la calle y, en los tramos con sentido de circulación marcado, los grupos tendrán que circular por la derecha en filas de dos personas o de una persona.
- Se definen cinco únicas ubicaciones en el centro de la ciudad para que se detengan grupos turísticos o de reencuentro de las personas que integran los grupos que visitan Ciutat Vella: la avenida de la Catedral (entre las calles de la Tapineria y la vía Laietana), la plaza de Catalunya, la plaza de la Universidad, la plaza de Urquinaona y la plaza Comercial.
- En los mercados de la Boqueria y de Santa Caterina (y también en el Mercado de Sant Antoni, en el distrito del Eixample) se prohíbe el acceso de grupos organizados de visitantes de 15 o más personas los viernes y los sábados entre el 1 de abril y el 30 de octubre durante todo el horario de apertura al público.
El compromiso incluye revisar el acuerdo al cabo de un año para incorporar las mejoras que se consideren oportunas para garantizar un buen encaje de los grupos con finalidad turística con la vida vecinal. La voluntad es sumar adhesiones al acuerdo de otros agentes de la cadena de la actividad de guía más allá de las asociaciones de guías.