El calendario festivo va estrechamente ligado a varios manjares, como las neules y los turrones por Navidad, la coca de San Juan y los panellets por Todos los Santos. Si nos centramos en el ámbito barcelonés, también hay algunas particularidades, como las aspes de Santa Eulàlia, un dulce que se puede degustar cada año durante la Fiesta Mayor de Invierno de la ciudad, o los panellets de Sant Roc, que se venden durante la Fiesta Mayor de la plaza Nova.
Pero, entre todos estos dulces manjares, hay uno que es especialmente difícil de encontrar: el panoli. Se trata de una pasta en forma de galleta, típica de la fiesta de Corpus en Barcelona que solo se puede conseguir una vez al año, el domingo de Corpus, en la iglesia de la Concepció. Lo encargan expresamente a un horno del barrio, la Dreta de l’Eixample, y lo venden acompañado de un puñado de cerezas en el claustro de la parroquia, justo al lado de l’ou como balla.
Este año el dulce se reparte gratuitamente de nuevo en un acto popular: la Víspera de Corpus. El sábado 10 de junio a las 19.45 h se podrá conseguir en la plaça del Rei. Será repartido por los gegants de la Ciutat, del Pi y de Santa Maria del Mar. El dulce se ha fabricado en la pasteleria La Colmena, de la calle de la Llibreteria.
La receta del panoli es bastante sencilla: se elabora con aceite, miel, harina y una punta de anís. Tiene forma de galleta y se elabora con la misma masa que los famosos pastelitos de Tortosa, pero sin relleno de cabello de ángel. Aunque hoy en día es un manjar difícil de encontrar, antiguamente era más popular. Es muy probable que su nombre sea una deformación de la expresión “pa amb oli” (pan con aceite), porque el aceite es precisamente uno de los ingredientes principales de la receta.