Las macrococinas son cocinas dedicadas a hacer pedidos para repartir que no necesitan locales abiertos al público y se instalan en grandes espacios opacos.
Estos negocios han crecido durante la pandemia en barrios como Les Corts o Sant Martí, donde han generado rechazo por parte del vecindario.
La regulación de las macrococinas pretende precisamente garantizar que estos negocios se ubiquen en espacios de la ciudad donde no generen molestias al vecindario por el ruido, los olores y la congestión del espacio público que supone el movimiento constante del servicio de reparto.
Excepciones a la suspensión de licencias:
- Caterings que funcionan como actividad complementaria a los servicios escolares u hospitalarios.
- Parques de Collserola y Montjuïc, zonas industriales de la Verneda y la Zona Franca y ámbitos con regulación específica.