Frío, oscuridad, castañas, panellets y setas: todo lo que nos explica el refranero sobre la festividad de Todos los Santos.

22/10/2024 - 09:00 h

La llegada del mes de noviembre marca un punto de inflexión en el calendario: se acorta el día y llega el frío. Antiguamente, en las sociedades ganaderas y agrarias, esta fecha marcaba el final del ciclo. Por ello, Todos los Santos es una fiesta tan señalada. Y la mejor prueba de esto nos la proporciona el refranero, una recopilación de sabiduría popular que nos habla de los trabajos del campo, de la llegada de la oscuridad y del frío y también nos menciona una buena retahíla de productos típicos de esta época.

Aunque cada vez hay menos gente que se dedique a la agricultura, nuestra sociedad es una sociedad rural que durante milenios se ha dedicado al cultivo del campo, a la ganadería y a la pesca. Por ello, en el refranero son tan abundantes los dichos que se refieren a estos trabajos, un conocimiento oral que se transmite de generación en generación a través de dichos y refranes. Así podemos saber que, para los pastores, el mes de noviembre es el momento de bajar los rebaños de las montañas y es cuando se les acaba el trabajo: “De Sant Joan a Tots Sants passa el pastor sos afanys” [‘De Sant Juan a Todos los Santos pasa el pastor sus afanes’]. Y con los rebaños en casa, es la época de hilar: “Qui de Tots Sants a Nadal no fila tot l’any sospira”. [‘Quien de Todos los Santos a Navidad no hila todo el año suspira’].

En el campo es el momento de labrar y sembrar (“Per Tots Sants, sense trigar, treu l’arada a llaurar” [‘Por Todos los Santos, sin tardar, saca el arado a labrar’], ‘Per Tots Sants, i no més enllà, has de sembrar’ [‘Por Todos los Santos, y no más allá, tienes que sembrar’]), pero de hacer poca cosa más: “Per Tots Sants, els blats sembrats i els fruits a casa guardats’‘ [‘Por Todos los Santos, los trigos sembrados y los frutos en casa guardados’]. Es hora de recogerse y proveerse para pasar el invierno, una época poco productiva en los trabajos del campo. Para los cazadores también se acaba la temporada porque con la llegada del frío y la oscuridad, los animales hibernan: “Per Tots Sants, caçador, plega els rams” [‘Por Todos los Santos, cazador, deja de trabajar’].

Otro tema central es el acortamiento de las horas de sol y el alargamiento de la noche. Los celtas, los precursores de la fiesta actual de Todos los Santos, dividían el año en dos etapas: la de claridad y la de oscuridad y, precisamente, a principios de noviembre empezaba esta última. Hasta el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, el día se acortará cada vez más. La cristianización supo atar muy bien este período a partir de dos fiestas: “De Tots Sants a Nadal, les set setmanes fosques de l’any” ’[‘De Todos los Santos a Navidad, las siete semanas oscuras del año’] y también “El dia no creixerà fins que Jesús no naixerà” [‘El día no crecerá hasta que Jesús no nacerá’].

“De Tots Sants enllà, agafa la manta i no la deixis anar” [‘De Todos los Santos hacia delante, coge la manta y no la sueltes’] es uno de los refranes más conocidos del calendario, que se completa con una buena retahíla de variantes que invitan a abrigarse bien: “Per Tots Sants abrics i guants” [‘Por Todos los Santos abrigos y guantes’] o “Per Tots Sants, agafa els pantalons de vellut” [Por Todos los Santos, coge los pantalones de terciopelo’]. Eso quiere decir que, al menos antiguamente, el frío empezaba a hacerse más intenso en el mes de noviembre: “Per Tots Sants (1/11) el fred és al camp, per Sant Martí (11/11) és al camí, per Santa Caterina (25/11) és dintre la cuina’‘ [‘Por Todos los Santos (1/11) el frío está en el campo, por Sant Martí (11/11) está en el camino, por Santa Caterina (25/11) está dentro de la cocina’]. También hay muchos dichos que marcan la entrada del invierno entre Todos los Santos y Navidad: “De Tots Sants a Nadal, l’hivern formal” [‘De Todos los Santos a Navidad, el invierno formal’], “Entre Tots Sants i la Nativitat, entra l’hivern de veritat” [‘Entre Todos los Santos y la Natividad, entra el invierno de verdad’],”De Tots Sants a Nadal, o ploure o nevar, tant s’hi val” [‘De Todos los Santos a Navidad, o llover o nevar, da igual’]…

Tiempo ha, una de las señales inequívocas que había llegado el frío era que los insectos, sobre todo moscas y mosquitos, se morían: “Les mosques, per Tots Sants, mortes o menjades, són acabades” [‘Las moscas, por Todos los Santos, muertas o comidas, son acabadas’]. Pero actualmente esto es difícil de aplicar porque con la climatización de la mayoría de edificios hay moscas todo el año.

Pero Todos los Santos también es época de muchos manjares típicos. Los más conocidos son las castañas y los panellets (pequeños dulces típicos catalanes hechos con una base generalmente de mazapán), tal como dice la popular cancioncilla: “Per Tots Sants castanyes, per Nadal torrons, per la Pasqua mona i tot l’any bombons” [‘Por Todos los Santos castañas, por Navidad turrones, por Pascua mona y todo el año bombones’]. También hay “Per Tots Sants, castanyes i cargols amb banyes” [‘Por Todos los Santos, castañas y caracoles con cuernos’], porque la llegada del otoño trae una buena retahíla de frutas del bosque como castañas, caracoles, bellotas y, sobre todo, setas: “Per Tots Sants, mortons i glans, cama-seques i esclata-sangs” [‘Por Todos los Santos, mortons y bellotas, senderuelas y níscalos’] y también “Per Tots Sants, arboços i glans, llentrisca madura i esclata-sangs” [‘Por Todos los Santos, madroños y bellotas, lentiscos y níscalos’].

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