En la Comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación, Seguridad y Prevención se ha presentado la medida de gobierno “Estrategia municipal de algoritmos y datos para el impulso ético de la inteligencia artificial”, en la que se establecen los mecanismos que hay que seguir para utilizar la inteligencia artificial y las tecnologías emergentes urbanas en los servicios municipales respetando los derechos digitales de la ciudadanía. Con este marco normativo, Barcelona se suma a otras ciudades que ya disponen de un marco para utilizar estas herramientas como son Ámsterdam, Nueva York o Helsinki.
La medida de gobierno consta de actuaciones de organización, gestión y gobernanza que se desarrollarán en los próximos tres años para que las herramientas de inteligencia artificial:
- Potencien la transformación digital municipal.
- Ayuden a avanzar hacia un modelo de gobernanza inteligente, más eficaz y eficiente en la resolución de retos y en la gestión de las políticas públicas.
- Fomenten el establecimiento de mecanismos internos que garanticen los derechos humanos y aseguren la participación ciudadana.
- Promuevan modelos y proyectos que sean transparentes y auditables con software libre y conocimiento abierto.
- Respeten los derechos humanos en el diseño y la privacidad y el derecho a entender la toma de decisiones, y aseguren la supervisión humana en las decisiones automatizadas de las máquinas, cuando estas decisiones afecten a personas.
Proyectos piloto con inteligencia artificial
Actualmente, el Ayuntamiento de Barcelona tiene varios proyectos de inteligencia artificial en fase piloto en diferentes áreas del Consistorio como, por ejemplo, la monitorización de la afluencia en las playas, que se realizó el verano pasado durante la pandemia de la COVID-19. Los datos de afluencia en las playas se actualizaban en tiempo real en una página web abierta para que la ciudadanía los pudiera consultar antes de ir a la playa.
Otro proyecto en marcha es el que se está utilizando, en fase de pruebas, en el servicio IRIS, donde la ciudadanía puede hacer llegar consultas, quejas y sugerencias telemáticamente. A través de algoritmos de aprendizaje automático se simplifica el proceso de clasificación de las consultas ciudadanas.