En el marco de los actos de conmemoración de los 150 años de la Primera República, el día 1 de marzo se inaugurará un atril de memoria que recordará los Campos Elíseos, jardines inaugurados en 1853 y que dejaron de existir en 1872. El atril estará situado en la calle Mallorca esquina con el pasaje de los Campos Elíseos.
El 24 de mayo de 1827 se abrió el paseo de Gràcia, avenida que seguía el trazado del antiguo Camino de Jesús. Unía Barcelona con la Vila de Gràcia, y estaba abierta a los carruajes. Se instalaron establecimientos de bebidas y de recreo, como el Criadero (1840) o La Font de Jesús (1845). Se convirtió en un lugar de encuentro de los barceloneses y barcelonesas.
En 1849 se inauguraron los jardines del Tívoli, limitados por las calles de Consell de Cent, València y rambla de Catalunya, cuya parte norte se segregó en dos: los jardines de la Nimfa y los de Euterpe. El 10 de abril de 1853 se abrió un nuevo jardín, los Campos Elíseos, con una superficie que verticalmente iba desde la calle de Aragó a la de Rosselló y horizontalmente llegaba hasta la calle de Roger de Llúria. Fue el primer parque de atracciones urbano de Cataluña, con una gran montaña rusa, donde también se ubicaban una fonda, un café y un salón de baile, proyectados por el arquitecto Josep Oriol Mestres y decorados por Fèlix Cagé. La entrada al jardín costaba dos reales. En 1862, Josep Anselm Clavé arrendó los jardines y dirigió allí la primera interpretación de una obra de Richard Wagner en Barcelona, Tannhäuser. El 1 de octubre de 1871 estrenó en estos jardines la versión catalana de La Marsellesa. La especulación urbanística hizo que pronto el jardín entrara en decadencia. En 1881, lo que quedaba pasó a manos del banquero Evarist Arnús, que en la esquina de las calles de Mallorca y Pau Claris construyó el Teatre Líric – Sala Beethoven, que también fue derribado, entrado el siglo XX, para construir los edificios actuales.