Por una parte, la campaña de atracción quiere recordar el potencial de Barcelona no solo como una ciudad con un sistema universitario potente y cohesionado, sino también como una ciudad que ofrece calidad de vida y posibilidades para desarrollar carreras profesionales en ámbitos como el tecnológico, el digital, el científico o la investigación.
Con respecto al alojamiento asequible, ya se ha iniciado una reforma normativa que permitirá crear una bolsa de plazas de residencia a un precio económico para cubrir la demanda existente y contribuir indirectamente a la bajada de precios de las residencias privadas. Además, también se está estudiando la manera de flexibilizar la oferta facilitando las estancias en periodos más cortos que el curso académico.
Un espacio de información y apoyo
El plan también prevé la puesta en marcha de una oficina de atención a la comunidad universitaria y de investigación internacional que ofrecerá toda la información y los servicios de soporte disponibles para los estudiantes extranjeros. También habrá un acto de bienvenida al inicio del curso con talleres, exposiciones, visitas vinculadas al tejido científico y actividades de descubrimiento que aportarán una visión más rica y completa de la ciudad. Con respecto a la formación profesional (FP), la iniciativa fomentará la actividad de la Fundación BCN Formación Profesional —referente en la gestión de las acciones de movilidad de la juventud y el profesorado de FP— y la Asociación de ciudades europeas Xarxa FP.
Antes de la pandemia, Barcelona era una de las destinaciones preferidas por el alumnado universitario y de formación profesional de diferentes países. En concreto, cada curso complementaban sus estudios cerca de treinta mil universitarios y universitarias y un millar de jóvenes europeos estudiantes de FP.