El CaixaResearch Institute dispondrá de zonas y equipamientos de primer nivel destinados a la actividad científica —como laboratorios secos y húmedos, servicios científico-técnicos y espacios para la innovación; zonas de oficinas para actividades de dirección, gestión y administración, y espacios para la acogida y la recepción de visitantes, donde tendrán lugar acontecimientos, formaciones o iniciativas de trabajo en red.
El nuevo centro, que cuenta con la dirección científica del doctor Josep Tabernero y con el doctor Antoni Ribas como presidente del comité asesor, quiere ser un polo de atracción de talento internacional. Se prevé que lleguen a trabajar en él unos 500 profesionales de la investigación, en más de 40 grupos de investigación y unidades de servicios científico-técnicos, si bien se podría ampliar su capacidad a 700 personas en caso de que se den nuevos usos en el instituto, como la acogida de posibles spin-offs de proyectos del centro, gracias a la configuración flexible del laboratorio. Se trabaja con la previsión de que las obras del primer módulo, que ahora empiezan, finalicen en el 2025, fecha en la que podrán entrar a trabajar los primeros grupo de investigación.
El instituto quiere convertirse en un referente internacional en el campo de la investigación inmunológica, trabajando de manera sinérgica y complementaria con el ecosistema biomédico catalán e ibérico existente, especialmente con los cuatro centros vinculados a la iniciativa de Fundación La Caixa: el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), el Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa), el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO).
Edificio sostenible y respetuoso
El CaixaResearch Institute estará integrado en el parque de la sierra de Collserola y conectado con el Museo de la Ciencia CosmoCaixa a través de una nueva plaza pública, que generará un nuevo espacio urbano. El edificio se construirá con criterios de priorización de la sostenibilidad y el medio ambiente y dispondrá de energía renovable procedente de placas fotovoltaicas y sondas geotérmicas, incluirá sistemas de monitorización de consumo y tendrá métodos de recogida de agua de lluvia para el riego y el uso interno. Con todas estas medidad se pretende conseguir un 38 % de ahorro energético y un 40 % de ahorro de agua.
Además, el centro quiere impactar en la mejora de la biodiversidad con la ampliación de zonas verdes, cubiertas vegetales y paisajismo con vegetación nativa. Por otra parte, la mejora de la calidad del aire interior se conseguirá con la maximización de las renovaciones de aire y el uso de materiales no tóxicos y de sensores de CO2.