Agentes de la Guardia Urbana fueron a comprobar el estado de una vivienda en un edificio del distrito de L’Eixample, después de recibir quejas vecinales por malos olores. Dentro del piso encontraron cinco perros, un gato y dos chinchillas en malas condiciones de salubridad y de higiene. Los miembros del cuerpo policial comprobaron que hacía tiempo que el propietario no cuidaba de los animales, recluidos entre excrementos y suciedad.
El propietario de los animales comunicó a los agentes que ninguno de ellos está censado y que no tienen microchip y también les explicó que no los saca a pasear por la situación sanitaria actual.
Ante estos hechos los agentes interpusieron veinte denuncias administrativas al propietario por incumplimiento de la Ordenanza sobre la protección, la tenencia y la venta de animales. Los agentes requisaron los animales para que los diferentes servicios de recogida y acogida de animales, como el CAACB, se hagan cargo de ellos.