Uno de los materiales con los que experimentamos en la escuela, es el material inespecífico o no estructurado, son objetos sencillos, versátiles y simples que pueden ser naturales o reciclados y podemos encontrarlos en el uso cotidiano, como puden ser embudos, pinzas, tapones de corcho, conchas, rollos de papel, telas...
No tienen ninguna finalidad preconcebida pero nos ayudan a potenciar el juego imaginario, ya que los niños descubren sus características y diferencias a través de la manipulación y experimentación de su propio cuerpo y de los diferentes sentidos, clasificando, comparando, metiendo y sacando, deslizando, colgando y descolgando, vaciando y llenando...
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