Ara arriba en Carnestoltes, tots sortim a passejar...
Desde hace unos días hemos añadido un espacio más al aposento: el espacio de los disfraces y hemos reconvertido el espacio sensorial en un vestuario todo pleno de disfraces y complementos. En él podemos encontrar todo tipo de ropas y complementos para ponernos observando los cambios que provocan a nuestro aspecto físico.
Durante el día los niños pueden acercarse a este espacio y coger y probarse aquellos complementos que los gusten y los sean cómodos, sin presiones, ni obligaciones. Los primeros días son pocos los niños que buscan ponerse un disfraz o complemento, pero a medida que pasan los días, entre ellos y ellas se van animando y casi todos y todas acaban disfrutando del espacio.
Junto con la música carnavalesca, el cuento de Carnestoltes y el personaje al cual vayamos a visitar cada día, los niños conocen una tradición a la vez que disfrutan poniéndose pelucas, sombreros, trajes, collares...
