El origen del movimiento debemos situarlo lejos de Jamaica, concretamente en Etiopía. Etimológicamente el término rastafari está formado por los términos Ras y Tafari, o lo que vendría a ser lo mismo Rey yTafari Makonnen, más conocido como Haile Selassie I (Edjerco, Hararge, 23 de julio de 1892 – Addis Abeba, 27 de agosto de 1975). Durante el periodo de regencia de su tía Zauditu (Judith), Etiopía vivió grandes éxitos tales como el ingreso en la Sociedad de las Naciones (1923) o la supresión de la esclavitud, al año siguiente. Selassie trataría de transformar Etiopía en un país moderno con el apoyo rotundo de los grupos Panafricans. Las acusaciones de corrupción y de tiranía lo llevarían a la destitución en los años setenta. Pero su figura, al menos al inicio, sería el origen de un movimiento que aún pervive hasta nuestros días.

Paralelamente a su ascenso al gobierno, en 1930, en la isla de Jamaica se inició la gestación de un nuevo movimiento. Desde hacía una década, Marcus Garvey (Saint Ann’s Bay, Jamaica, 1887-1940), empresario, periodista y activista político, predicaba sobre la llegada de un nuevo Mesías que conseguiría el retorno de la comunidad negra exiliada debido al tráfico de esclavos de época colonial. El panafricanismo de Garvey iría extendiéndose y conformando toda una ideología, con seguidores por todo el mundo. Haile Selassie I tendría la consideración de una deidad, por eso el rastafarismo se considera una religión exocéntrica.

Su estética hace que se les conozca con diferentes nombres: rastafarianos, rastas, sufferers, locksmen, dreads o dreadlocks. El pelo con rastas es una característica estética que se relaciona con Haile Selassie I, conocido como El León conquistador de Judá, título de los negus de Etiopía. Uno de los embajadores a nivel mundial ha sido Bob Marley (Saint Ann, Jamaica, 6 de febrero de 1945 – Miami, Florida, 11 de mayo de 1981). Las letras de sus canciones proclaman la misma ideología y valores rastafarianos.

Los colores de su bandera son el rojo, el verde y el amarillo. El primero se refiere a la sangre de los antiguos esclavos jamaicanos, el segundo, a la esperanza de retorno al origen y el tercero, a la riqueza de Etiopía. Nuevamente aparece el león como símbolo de Haile Selassie I.

Las prácticas religiosas rastafarianas comprenden ceremonias y rituales de paso. Durante las ceremonias el proceso de información o conexión con la espiritualidad se produce mediante cantos y meditaciones. Como en muchas otras culturas, se admite el uso del cannabis como psicotrópico que permite aumentar la conciencia espiritual.

Los rastafaris siguen las leyes del Antiguo Testamento y tienen una consideración diferencial entre las prácticas religiosas de los hombres y las mujeres. Además, no deben consumir alcohol ni tampoco carne, sobre todo de cerdo. Se promueve el consumo de productos naturales tales como los vegetales y la fruta.

Se calcula que actualmente puede haber más de un millón de practicantes en todo el mundo.